EEUU acusa a Google y su matriz, Alphabet, de espiar y coaccionar a sus empleados
La empresa supuestamente "interfería, restringía y coaccionaba a los empleados en el ejercicio de sus derechos"
El Consejo Nacional de Relaciones Laborales de los Estados Unidos (NLRB por sus siglas en inglés) ha presentado una queja contra Google y su empresa matriz Alphabet, acusando al gigante tecnológico de violar las leyes laborales del país. En concreto, La empresa supuestamente "interfería, restringía y coaccionaba a los empleados en el ejercicio de sus derechos garantizados en la Sección 7 de la Ley", según la denuncia presentada el martes.
Específicamente, los documentos del caso de la NLRB acusan a Google de espiar ilegalmente a los empleados, de despedir a varios empleados en represalia por intentar sindicalizarse, y de bloquear ilegalmente a los empleados para que no compartan las quejas e información laboral entre ellos utilizando herramientas generales como calendarios, correo electrónico, salas de reuniones y una herramienta de comunicación interna de Google llamada MemeGen.
La NLRB dijo que espera una respuesta de Google para el 16 de diciembre y la agencia celebrará una audiencia el 12 de abril de 2021, en San Francisco..
La conclusión de la NLRB llega un año después de que la 'CNBC' informara que la NLRB había iniciado una nueva investigación sobre las prácticas laborales de Google. También se produce después de un acuerdo importante de 310 millones de dólares de Google en una demanda de accionistas de Alphabet que alegaba que la empresa había manejado mal las reclamaciones de mala conducta sexual de sus ejecutivos.
La última investigación se debe al alboroto de los empleados por el interrogatorio y posterior despido de empleados, entre ellos Rebecca Rivers y Laurence Berland, a quienes se les había concedido una baja administrativa repentina e indefinida en noviembre de 2019 por supuestamente "distribuir información empresarial fuera del ámbito de sus trabajos". La semana del Día de Acción de Gracias de 2019, Google despidió a cuatro empleados, incluidos Berland y Rivers, alegando que compartían documentos confidenciales y violaban la seguridad. Los trabajadores presentaron una queja a la NLRB poco después.