Rafael Gascó (Diaphanum): "El asesoramiento no independiente carece de sentido con MiFID II"

La sociedad de valores lanzada por varios ex de Andbank y March se pone como objetivo los 600 millones de euros

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Bolsamania | 15 nov, 2016

Actualizado : 13:35

Ya no hay vuelta de hoja. La directiva sobre mercados e instrumentos financieros MiFID II entrará en vigor en 2018, lo que exige severos cambios en la industria de asesoramiento y gestión de activos. También supone una oportunidad para veteranos banqueros y agentes, como los ex de Andbank y March que han lanzado Diaphanum como sociedad de valores.

El equipo fundador, con Rafael Gascó, consejero delegado, a la cabeza, ha llevado a cabo la puesta en largo de Diaphanum, cuyo objetivo es asesorar y gestionar patrimonios a partir de 300.000 millones de euros. “Somos pioneros, los primeros que nacemos ya ajustados a la normativa MiFID II”, asegura el ejecutivo, que cuenta con 30 años de experiencia en banca privada en Andbank, Banca March, Deutsche Bank, Altae Banca Privada y JP Morgan Chase.

La nueva normativa exigirá una mayor transparencia a los asesores, que tendrán que justificar toda comisión que cobren al cliente. Así, “el asesoramiento independiente es el que tiene sentido, y el no independiente carece de él”, defiende Gascó. El ejecutivo considera que en el pasado, con tipos de interés superiores al 4% y al 5% en el mercado, la mayor facilidad para conseguir altas rentabilidades escondía la poca transparencia en el sector. Sin embargo, el entorno de tipos al 0% ha motivado que haya una “crisis de confianza” y “mayor complejidad” para el asesoramiento tradicional. Ahora, los clientes “exigen claridad y transparencia”.

“Yo no sé qué pago, pero sí que tengo poca rentabilidad. El cliente ha entendido que hay que involucrarse más en la gestión con dolor”, argumenta el consejero delegado de Diaphanum, acompañado por Miguel Ángel García (director de inversiones), Rafael Ciruelos (inversiones), Fernando Estévez (director de planificación patrimonial y secretario general) y Emilio Andreu (director de la red de agentes).

Los fundadores de Diaphanum justifican el lanzamiento del proyecto en que es “el momento idóneo”

Los fundadores de Diaphanum justifican el lanzamiento del proyecto en que es “el momento idóneo”, a falta de poco más de un año para que se instale la nueva regulación, que amplificará “el conflicto de interés” en los grandes bancos y en el asesoramiento no independiente. El regulador hace hincapié en el control de riesgos, con lo que los inversores deben saber en todo momento el riesgo que asumen, y en la transparencia de los costes.

“En el modelo no independiente actual se tiende a recomendar el producto propio, y el modelo de selección, comparación y recomendación es menos riguroso”, asegura Gascó. En función de la selección de productos, la comisión puede ser mayor que pagando explícitamente por el asesoramiento independiente, arguye el consejero delegado. Por el contrario, defiende que en el asesoramiento independiente los únicos incentivos son “recomendar las mejores opciones”, con un pago explícito por parte del cliente “pero transparente y con un modelo más alineado con clientes y sin conflicto de intereses por retrocesiones”.

EFECTO EXPULSIÓN DEL TALENTO

El consejero delegado de Diaphanum también anticipa “un efecto expulsión de talento en el sector”, ya que considera que muchos agentes y banqueros privados de las redes tradicionales preferirán optar por proyectos independientes. En este sentido, Diaphanum por ahora cuenta con una plantilla de 17 personas, de los que cinco son banqueros. Aunque Gascò recuerda que todos participan en la captación de patrimonio.

El volumen de activos bajo asesoramiento y gestión de la firma alcanza los 200 millones de euros, y se ponen como meta los 600 millones al terminar el próximo año. En cuanto al patrimonio por cliente, se sitúa a partir de los 300.000 euros. “Nuestra plataforma tecnológica permite que podamos asesorar y gestionar activos desde esta cifra hasta 2.000 millones si es el caso”, asegura Gascó. Por ahora los clientes son inversores particulares, aunque no descartan poder tener en cartera clientes institucionales.

La inversión será tanto directa (bonos y acciones), como en ETF o fondos de inversión, aunque los ejecutivos de la sociedad de valores consideran que por fiscalidad en la mayoría de los casos será este último producto. El servicio se paga explícitamente, con comisiones de entre el 0,5% y el 0,7% del patrimonio. Gascò hace hincapié en la capacidad que tiene el asesoramiento independiente frente al tradicional para ahorrar costes al cliente, al recomendar productos más baratos para cada caso y evitar los más caros entre los que no generan valor.

En cuanto a la figura legal, la idea de sociedad de valores se debe a que el capital es elevado, descartando así la de agencia de valores. Mientras que las EAFI sólo pueden asesorar y no gestionar, y consideran que por la estructura de costes con el control de riesgos y jusificaciones por transparencia que exige MiFID II, “lo pasarán mal”.

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