De Guindos pide a BBVA más capital por su riesgo en emergentes
El BCE vigilará de cerca a las entidades peor paradas en los test de estrés
Actualizado : 09:16
El exministro de Economía Luis de Guindos, desde su nueva posición como vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha mandado mensaje a BBVA. El exresponsable económico de los gobiernos de Mariano Rajoy cree que la entidad, junto con Sabadell y otras de la zona euro, debe mejorar su posición de capital. En el caso de BBVA, la afirmación tiene más importancia, dado que el supervisor europeo hace tiempo que se siente incómodo con el riesgo de la entidad en los países emergentes, especialmente en Turquía.
Tras la publicación de los resultados de los test de estrés el pasado viernes, en los que la banca española confirmó su solvencia pero demostró que tiene unos niveles de capital por debajo de la media europea, el ahora número dos de Mario Draghi aseguró que las doce entidades que registraron una ratio de capital de máxima calidad CET1 fully loaded inferior al 9% en el escenario estresado tendrán una vigilancia especial debido a su "débil" posición.
"Esas entidades, que representan un 40% del total de los activos del sector en la eurozona, deberían incrementar su robustez y mejorar sus posiciones de capital para afrontar los desafíos que se aproximan y, por tanto, serán vigilados de cerca", aseguró De Guindos durante un discurso pronunciado en Bruselas.
En esa situación se encuentran grandes bancos europeos como Deutsche Bank, BNP Paribas, Société Générale, Barclays o Lloyds, pero también los españoles Sabadell y BBVA. De Guindos ha puesto la frontera en el 9% de capital en el escenario adverso de 2020, dejando libres por muy poco a Santander (9,2%) y CaixaBank (9,1%). El mercado, sin embargo, daba el aprobado a los bancos que superaran el 5,5%.
"El alto nivel de resiliencia del sistema bancario de la zona euro no debería esconder el hecho de que permanecen ciertas áreas vulnerables", alertó De Guindos, al tiempo que señaló que los resultados de los bancos supervisados por el BCE han "mejorado" en comparación con los test de estrés de hace dos años.
Para dotarse de más capital, estas entidades tienen dos soluciones: ampliar capital o vender activos. En el caso de BBVA, este aviso obedece a su presencia en emergentes, dado que el supervisor hace meses que está poco cómodo con el riesgo de su negocio en Turquía, especialmente tras la crisis de la lira que protagonizó el país este verano, según informan fuentes conocedoras de la situación.
La situación en el país se encuentra más estable después de que el Banco Central de Turquía, en contra del criterio de Recep Tayyip Erdogan, el presidente del país, subiera los tipos de interés. En la última presentación de resultados de BBVA, su consejero delegado, Carlos Torres, valoró que la situación ahora es "más positiva" y que desde el banco ven "potencial a largo plazo" en su inversión en el país, materializada a través del 49,85% del capital de Garanti. "Que hagan falta más medidas dependerá de cómo vayamos viendo la evolución en los próximos meses", añadió.
En todo caso, los resultados de los test de estrés probaron que la banca española sería de las que menos impacto sufriría en un escenario adverso dentro de dos años. Los bancos españoles se encuentran entre las entidades que menos diferencia presentan entre el capital que tendrían en un escenario adverso en 2020 y su ratio de capital de 2017. Sin embargo, también están entre las que tendrían una ratio más baja en ese escenario adverso, pues todas estarían por debajo del 10%.
En el caso concreto de BBVA, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) calcula que tendría una ratio de capital CET1 fully loaded del 8,8% en ese escenario estresado de 2020, frente al 10,73% que tenía al cierre del ejercicio 2017. El impacto, así, sería de 1,9 puntos porcentuales. BBVA sería la segunda entidad menos impactada, por detrás de Santander y por delante de CaixaBank y Sabadell.
DESENCUENTROS CON GONZÁLEZ
El vicepresidente del BCE, tras sus siete años como ministro de Economía durante la peor crisis financiera del país, protagonizó varias situaciones de tensión con el aún presidente de BBVA, Francisco González, por diferentes motivos. La entidad que dejará de presidir al cierre de este ejercicio, que fue la única de las grandes que se había negado a acudir a la salida a bolsa de Bankia durante el Gobierno de Zapatero, rechazó las presiones para entrar en el capital del banco malo (Sareb). Al primer ejecutivo de BBVA no le salían los números y de momento el tiempo le da la razón.
Tampoco cuadró el encaje estratégico, o eso explicó después, de quedarse con Popular. BBVA fue el único banco, junto a Santander, que mostró interés en la subasta organizada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), aunque finalmente rechazó emitir una oferta por la entidad.
En una carta remitida al brazo ejecutor de la Junta Única de Resolución en España, BBVA afirmó no estar en disposición de optar por Popular debido a las "limitaciones de precio" (quería un precio negativo o ayudas públicas) y a la "insuficiente información disponible" en el momento. En todo caso, González ha explicado públicamente en varias ocasiones que no se arrepiente de no haberse quedado con Popular, pues su banco tiene en ciernes una tarea más importante: la digitalización.