Cineworld confirma que estudia declararse en quiebra en EEUU

Cineworld sigue en el punto de mira. Tras el desplome que protagonizó la acción la semana pasada, cuando se filtró que podría estar estudiando declararse en bancarrota, la compañía vuelve a protagonizar titulares este lunes. Ha confirmado que declararse en quiebra en EEUU es una de las posibilidades que tiene sobre la mesa para afrontar la difícil situación financiera que tiene ante sí, lo que ha hecho que las acciones coticen con subidas en la bolsa de Londres.

El segundo operador de cines del mundo se ha hundido este lunes un 20,47%, aunque finalmente no ha perdido los 3 peniques por acción. Lo hace tras confirmar en un comunicado lo que era un secreto a voces: que estudia declararse en bancarrota. "Cineworld espera mantener sus operaciones en el curso ordinario hasta y después de cualquier presentación", dijo la cadena británica, que es propietaria de los cines Regal en EEUU.

Eso sería posible si se acogiese, como adelantó 'The Wall Street Journal' el pasado viernes, al capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense, que permite a una empresa seguir operando mientras negocia con sus acreedores. Y es que Cineworld tenía una deuda neta de 8.900 millones de dólares a finales de 2021.

Aunque según la empresa, no es la única opción que baraja. Tiene otras sobre la mesa, como formas de obtener liquidez y reducir su carga de deuda, que está estudiando para "continuar el negocio a largo plazo sin ningún impacto significativo en sus empleados". En total, Cineworld emplea a más de 28.000 personas en todo el mundo, de las cuales 4.600 están en Reino Unido. La cadena de cines no ha confirmado si también está considerando declarar en quiebra su negocio británico, o solo la parte correspondiente a EEUU, que es la que está generando problemas en el balance.

Y es que Cineworld se tuvo que endeudar para hacerse con los cines Regal. Una situación que se ha visto agravada por la pandemia de Covid-19. Primero por los cierres de salas a los que obligó el coronavirus, y después por la escasez de estrenos de altura que haga a los espectadores volver a las salas ahora que están a pleno rendimiento.

Precisamente, la semana pasada esa fue una de las razones esgrimidas por la empresa para explicar el por qué de su situación financiera. En concreto, habló de una programación de películas "limitada", sin éxitos de taquilla, que está alejando a los espectadores y afectando a sus flujos de caja.

Además, la popularidad que ha ganado el streaming gracias al coronavirus, y el hecho de que muchas películas se estrenen en las salas y casi al mismo tiempo en plataformas cono Netflix, HBO o Sky tampoco está ayudando a Cineworld.

"En realidad, los problemas de Cineworld se derivan de una estrategia de crecimiento demasiado agresiva que se basó en el uso de enormes cantidades de deuda para comprar la cadena estadounidense Regal", destaca Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell, que cree que "esto puede haber convertido a Cineworld en uno de los mayores operadores de cine del mundo, pero más grande no es necesariamente mejor y la pandemia expuso rápidamente el tenso balance de la empresa".

Este experto cree que la declaración de quiebra en EEUU para permitir una reestructuración de sus finanzas "probablemente da a Cineworld más flexibilidad que si el negocio entrara en administración bajo las reglas del Reino Unido. Sin embargo, los accionistas no necesitan el tráiler de una película para saber que podría haber más dolor en su camino".

Por su parte, Victoria Scholar, responsable de inversiones del Interactive Investor, ha dicho que que Cineworld está "al borde del colapso" y que la empresa "ha sido destruida por la pandemia de Covid-19", que "ha provocado un daño duradero en la demanda de entradas incluso después de que las salas de cine hayan vuelto a abrir". Como destaca, la empresa tiene "un montón de deudas inmanejables" (se refiere también a la factura de 700 millones de libras que tuvo que abonar por abandonar su adquisición de Cineplex) que ha hecho que se vea "asediada", y de ahí que busque una salida.

Aunque la situación es más que complicada, lo que se refleja en la propia cotización: "Las acciones se han desplomado desde más de 300 peniques antes de la pandemia hasta alrededor de 4 peniques por acción actualmente".