El cava teme aranceles de EEUU y estará pendiente de Davos, Sánchez y la 'tasa Google'

La amenaza del presidente de los EEUU, Donald Trump, de aranceles que podrían alcanzar el 100% planea sobre el sector del cava desde el año pasado. El espumoso está en la lista de productos españoles que Washington mantiene bajo vigilancia y que ha vuelto a aflorar antes del Foro Económico Mundial que se celebra en Davos. Se espera que en el evento se discuta sobre la llamada ‘tasa Google’ y la Casa Blanca ha alertado de represalias en caso de que España decida tirar adelante este impuesto especial a las empresas tecnológicas.

Desde que en octubre EEUU aplicó gravámenes del 25% a las exportaciones de aceite y vinos españoles, entre otros productos europeos, las bodegas catalanas de la DOP Cava llevan una espada de Damocles sobre sus cabezas. En aquel momento quedaron exentas, pero el sector ve avivados sus temores después de la guerra arancelaria entre los Gobiernos de Emmanuel Macron y de Trump que se ha resuelto con un tregua.

El país vecino y EEUU se dieron el pasado 7 de enero un plazo de 15 días para llegar a un acuerdo sobre la 'tasa Google' y evitar los aranceles del 100% que Washington anunció sobre productos franceses en respuesta a la decisión gala de imponer un impuesto del 3% sobre las ventas generadas por las empresas tecnológicas en el país. Los mandatarios han mantenido este lunes una conversación en la que han acordado darse hasta que termine este año para negociar sobre el impuesto digital a las compañías de Internet.

Ahora, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en su pacto de Gobierno con Podemos incluye este gravamen, se ve forzado a seguir la estela de París para cumplir con su socio y arriesgarse a represalias similares por parte de la administración republicana o esperar a una acción conjunta de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). El organismo ha estado trabajando en la creación de un marco internacional para abordar las imposiciones a las empresas digitales, pero los expertos indican que se dilatará en el tiempo, mientras algunas naciones europeas han decidido cortar por lo sano e imponer tasas desde el 1 de enero, como es el caso de Italia o Austria.

Washington ha encajado estas medidas como una “injusticia” contra Google, Apple, Facebook y Amazon y aplicará impuestos a las exportaciones francesas de quesos y champán, además de muchos otros hasta 2.400 millones de dólares. Y aunque se prevé que en la reuniones entre estados que se produzcan en el marco del Foro de Davos se avance en una estrategia de la OCDE en lo referente a la 'tasa google', las sanciones norteamericanas sobre las exportaciones europeas son más que probables.

Sánchez, por su parte, aprovechará su estancia en el cónclave para reunirse con directivos de grandes empresas: el director ejecutivo de Apple, Tim Cook; el de Amazon Web Services (AWS, el negocio de computación en la nube de Amazon), Andy Jassy; el de ArcelorMittal, Lakshmi Mittal, la de Renault-Nissan (interina), Clotilde Delbos; y el presidente regional de Google Matt Brittin, han informado fuentes del Ejecutivo. Las fuentes consultadas asumen que es posible que en estas reuniones salgan asuntos como la llamada 'tasa Google' a determinados servicios digitales que planea el Ejecutivo. Si es así, dicen, explicarán la posición del Gobierno español.

PLAN DE CONTINGENCIA DEL CAVA

En la DOP Cava observan el desarrollo de todos estos acontecimientos y explican a Bolsamanía que "se está trabajando un plan de contingencia teniendo en cuenta los diferentes posibles escenarios. Contar con nuevos aranceles en un país estratégico para el Cava como es EEUU no sería una buena noticia, pero confiamos en el consumidor". La aproximación es muy "conservadora" porque se considera que todos estos supuestos están "en fase embrionaria". "Preferimos estar a la expectativa y ver qué pasa", reconocen.

El organismo explica también que actualmente se halla centrado en acabar la nueva normativa que regirá el sector y que se presentará en 2020. El conjunto de reglas cambiará el estatus nacional e internacional del espumoso y sentará las bases para prepararse ante una hipotética guerra comercial.

El país norteamericano ocupa el tercer lugar en el ránking de destinos de este producto que se elabora principalmente en Cataluña (más del 95% de botellas anuales), donde va a parar algo más de una octava parte del total que se exporta. A falta de conocer los datos de 2019, los últimos de los que se dispone, de 2018, reflejaron un incremento de las botellas expedidas a la primera potencia mundial, en consonancia con las exportaciones totales, mientras las ventas nacionales caían un 12%.

El espumoso catalán se encomendó hace una década al mercado internacional, donde vio posibilidades de expansión frente a un mercado interior con poca proyección y ha mantenido un incremento constante de las ventas exteriores totales, con crecimientos del 2% en los dos últimos años. El ejercicio pasado, el 67,5% de los 244,5 millones de botellas expedidas se repartió por el mundo, frente al 32,5% que se quedó en casa. El récord de una tendencia que ha ido 'in crescendo' desde 2009. Es más, marcas como Codorníu, Freixenet o Juvé & Camps pasaron a manos de inversores de EEUU, Alemania y Holanda, respectivamente, que se convirtieron en accionistas mayoritarios, lo que confirma que los mercados foráneos se vuelcan con el espumoso catalán.