Cabify logra 100.000 usuarios desde su vuelta a Barcelona

Cabify asegura que 100.000 usuarios se han vuelto a dar de alta en su servicio de vehículo de alquiler con conductor (VTC) desde que hace dos semanas volvió a prestar servicio en Barcelona con un nuevo modelo de negocio para adaptarse a la nueva normativa, según indicó el consejero delegado y fundador de la plataforma de movilidad, Juan de Antonio.

De Antonio aseguró que la firma responderá al requerimiento de información que sobre este nuevo servicio en la Ciudad Condal le ha remitido el Govern de Cataluña en el marco del expediente abierto a la firma.

Para el directivo, este procedimiento "no es una excepción" y la plataforma responderá ante el mismo, al igual que, según asegura, ha hecho en otros mercados en los que Cabify está presente.

En este sentido, el consejero delegado de la firma aseguró que la compañía no ha utilizado vacío legal alguno para poner en marcha de nuevo su servicio en la Ciudad Condal tras la aprobación de la nueva normativa que obliga a contratar un coche de VTC con quince minutos de antelación.

En el caso del nuevo servicio de VTC, De Antonio asegura que cumplen con esa antelación cuando un nuevo usuario contrata el servicio aceptando las condiciones legales y pide el primer coche. En el resto ya no es necesario por considerar que se piden más servicios ya contratados.

"No hay vacío legal ni se está utilizando un vacío legal", aseguró el fundador de Cabify durante su intervención en el Fórum Europa, en la que defendió que Cabify ha vuelto a operar en Barcelona "adaptándose" a la nueva regulación, el Real Decreto en vigor desde el 1 de febrero que llevó a Cabify y a Uber a dejar de operar en la Ciudad Condal tal como lo hacían entonces.

El primer ejecutivo de la plataforma de movilidad enmarca su vuelta a Barcelona como empresa de transporte, con su propia flota de coches VTC a través de la firma Prestige & Limousine, en su "compromiso" con la ciudad, a la que ha reivindicado como puntera en innovación, tecnología y emprendimiento, con sus 2.000 trabajadores y con sus usuarios.

No obstante, De Antonio garantiza que Cabify se ajusta a la legalidad que fija la nueva norma y que, de manera transitoria, funciona como una empresa tradicional de VTC.

"Si en algún momento se cuestionara nuestra forma de operar en Barcelona, lo que se estaría cuestionando es la forma de operar de las VTC tradicionales", argumentó.

Así, De Antonio ha insistido en rechazar que la nueva forma de operar de Cabify en la capital catalana sea un "truco, argucia o burla legal", y ha remarcado que esperan poder volver a trabajar con el modelo anterior, el que mantienen en el resto de ciudades, dado que el objetivo de la compañía no es ser una empresa de transporte, ni de gestión de flotas de VTCs, sino una de movilidad.

"EL TAXI, ALIADO NATURAL".

En su intervención, el consejero delegado de Cabify insistió en "tender la mano" a todas las instituciones y empresas, además de a los taxistas, para encontrar consensos que beneficien a las ciudades y su movilidad.

De Antonio reiteró que el modelo de negocio de la plataforma está pensado para convivir con el taxi y para que los taxistas también trabajen en Cabify, como ha señalado que sucede en el 50% de los servicios que presta la empresa a nivel global. "Esperamos que ocurra lo mismo en Barcelona", apuntó. "El taxi es un aliado natural de Cabify", aseguró.

No obstante, el directivo ha criticado el elevado valor que han alcanzado las licencias de taxi y ha sugerido que legislación futura las gestione mejor. Además, insistió en su propuesta de que las empresas de VTC contribuyan a constituir un fondo común para atender a eventuales compensaciones futuras a los taxistas.