Budweiser: la cerveza checa de la discordia
Desde hace 70 años, el gobierno checo y una multinacional se reparten las licencias de comercialización
- Durante varias décadas, Budvar y AB InBev se disputan en los tribunales los derechos
- Budweiser es una de las patrocinadoras del Mundial de Rusia 2018
Actualizado : 09:55
Budweiser, una de las cervezas más demandadas en el mundo, comparte nombre con dos empresas totalmente diferentes. Ab Inbev, gigante mundial del zumo de cebada, y el gobierno checo. Una historia de robo de receta y de nombre por parte de un empresario estadounidense a una pequeña localidad checa se ha convertido en un culebrón de pleitos y de reparticiones a cuenta de la marca.
Si asociamos Estados Unidos a una cerveza, ésta es Budweiser. Sin embargo, los orígenes de esta marca parecen tener raíces europeas. Budweiser es el gentilicio en alemán de los habitantes de Budějovický Budvar, una localidad de la República Checa donde aseguran que desde el siglo XIII fabrican este oro líquido al que le pusieron de nombre ‘Budweiser Budvar’.
El error de los checos fue no registrar su marca, algo que sí hizo Adolphus Busch
Por su parte, los americanos explican que Adolphus Busch, emigrante alemán y trabajador de una fábrica de cerveza, creó en St. Louis, Misuri, una cerveza de tipo lager, de fermentación baja, que bautizó como ‘Budweiser’. Aquí es donde empiezan los problemas, y es que según los checos, el señor Busch descubrió la cerveza lager en un viaje a Bohemia y en concreto a Budějovický Budvar.
El error de los checos fue no registrar su marca, algo que sí hizo Adolphus Busch. Sin embargo, la justicia no siempre ha fallado a favor de los ‘yankees’, cuya Budweiser forma parte de la multinacional AB InBev.
MERCADOS
“La disputa por el uso de la marca se ha ido gestionando país por país desde 1907”, explican desde Budweiser España a ‘Bolsamanía’. “En algunos países de Europa, una empresa checa tiene el derecho a usar la marca Budweiser”, añaden. Por ejemplo, en Reino Unido, Grecia, Portugal o Suecia la multinacional americana tiene que comercializar su cerveza como ‘Bud’, ya que los checos tienen el derecho a usar ‘Budweiser’.
Sin embargo, en “España, Estados Unidos o Canadá AB InBev tienen derecho para comercializar bajo la marca Budweiser, mientras que la empresa checa no, por lo que comercializa bajo Czechvar”. Desde Budweiser España, comentan que el consumidor español se dará cuenta de esta anécdota en el próximo Mundial de fútbol en Rusia, ya que la gigante cervecera no tiene los derechos en el país anfitrión del evento deportivo, con lo que no podrá utilizar Budweiser como marca, sino que deberá contentarse con el nombre abreviado.
“Somos la cerveza oficial de los partidos del Mundial, por lo que los espectadores verán el branding de ‘Bud’ en las vallas publicitarias de los estadios”. En este caso, los checos ganaron la partida en Rusia para utilizar el nombre comercial.
LA JUSTICIA, CON LOS CHECOS
En 1907, ambas productoras de cerveza firmaron un acuerdo en el que se repartían el mercado norteamericano y europeo. Así, se establecía que los ‘yankees’ solo podían comercializar su marca en América del Norte y los de Bohemia en el mercado europeo. Los estadounidenses aprovecharon el comunismo en la República Checa para expandirse internacionalmente.
Y más de 50 años y juicios después, ambas marcas siguen dividiéndose el mapa. Por ejemplo, en 2013 el Tribunal Supremo de Reino Unido autorizó a ambas compañías a usar la marca, mientras que en 2016 Portugal blindó su mercado cervecero a la norteamericana. Según se puede leer en la página web de la cerveza checa, “la gran mayoría de los fallos judiciales confirman los derechos de Budweiser Budvar sobre las marcas comerciales”.
UN ESTADO CONTRA UN GIGANTE
Y es que el telón de acero parece seguir en pie en materia cervecera, ya que como herencia del comunismo, la Budweiser checa es propiedad del gobierno del país. Budějovický Budvar es la cuarta cerveza más consumida en la República Checa por detrás de Plzenský Prazdroj, Staropramen y Heineken. En las exportaciones nacionales de cerveza, la Budweiser constituye más de un 20% del total.
Los últimos datos aportados por el Ministerio de Agricultura checo indicaron que que se vendieron 1,6 millones de hectolitros de su particular zumo de cebada en 2016, lo que supone la mayor cantidad en la historia de la compañía. De hecho, las plantas que posee Budvar han rozado el lleno en sus depósitos.
Las victorias en los tribunales han beneficiado a su expansión y en los últimos años la cervecera centroeuropea ha aumentado su producción un 39%. Los últimos resultados, que datan de 2016, fueron los mejores de su historia y consiguieron 90 millones de euros de ganancias. La mayor parte de los ingresos de la compañía proviene del extranjero, ya que se vende más de un millón de hectolitros.
Esta cascada de buenos datos ha supuesto que el estado de República Checa vaya a destinar 55 millones de euros en aumentar su capacidad productiva para alcanzar los dos millones de hectolitros. El Gobierno de la República Checa cifra el valor de la empresa en 1.000 millones de euros.
Pero Budvar no se enfrenta a una cualquiera. Anheuser Busch InBev factura al año 43.000 millones de dólares a través de sus 500 marcas de cerveza. Y es un gigante bursátil, puesto que su capitalización alcanza los 190.000 millones de dólares.