Bruselas y Pfizer-BioNTech modifican el contrato de compra de vacunas Covid-19
Reducirán el volumen de entregas "ante la mejora de la situación epidemiológica"
La Unión Europea y las farmacéuticas Pfizer y BioNTech han llegado a un acuerdo para modificar el contrato de suministro de vacunas contra la Covid-19, reduciendo el número de dosis y extendiendo el suministro hasta 2026, aunque con una penalización.
Según ha explicado la Comisión Europea, la modificación del contrato tiene en cuenta “la mejora de la situación epidemiológica”, al tiempo que sigue garantizando el acceso a la última versión disponible de la vacuna en caso de que en el futuro aparezcan variantes “preocupantes” de la enfermedad.
El nuevo acuerdo contempla una reducción no detallada de la cantidad de dosis adquiridas por los Estados. El 20 de mayo de 2021, la Comisión Europea firmó un tercer contrato con las farmacéuticas en el que se comprometía a la compra de 900 millones de dosis iniciales, con la opción de comprar otros 900 millones de dosis adicionales. De los 900 millones de dosis iniciales, 450 millones se entregarán en 2021 y 2022 y 450 millones en 2023.
“La enmienda de hoy al tercer contrato con BioNTech-Pfizer prevé una reducción de dosis en comparación con la cantidad originalmente contratada que queda por entregar en virtud del contrato actual”, apuntan.
A este respecto, el Ejecutivo comunitario explica que los países deberán pagar “una tasa” por esas vacunas, que podrán deducir del precio que los Estados miembros tendrían que pagar por las dosis opcionales adicionales si deciden activar dicha opción en el futuro. Además, se ampliará el plazo en el que los Estados miembros podrán recibir las vacunas: hasta 4 años a partir de ahora.
Asimismo, también se contempla la posibilidad de seguir teniendo acceso a dosis adicionales hasta el volumen originalmente contratado hasta el final del contrato para cubrir las necesidades sanitarias, en caso de que aumenten los casos y se deteriore la situación epidemiológica.
La modificación se alcanzó tras negociaciones entre los promotores de la vacuna, los Estados miembros y la Comisión para “adaptarse mejor a las estrategias de vacunación y a la evolución de las necesidades de salud pública en los Estados miembros”.
La Comisión no ha detallado el precio de las vacunas, ya que la consideran una “información comercial sensible”, así como el precio de la tasa de penalización, y los firmantes están obligados a respetar la confidencialidad del acuerdo. “En general, el acuerdo garantiza que las disposiciones de la modificación no se desvíen sustancialmente de lo acordado inicialmente. Esto incluye la no variación del precio durante la prórroga del contrato. Además, para la Estrategia de Vacunas de la UE la asequibilidad de las vacunas siempre ha sido un principio básico”, añade Bruselas.
Por otro lado, Bruselas ha indicado los Estados miembros que hayan optado por no participar en la modificación “seguirán sujetos a las obligaciones contractuales actuales”. La Comisión recuerda que el mecanismo de exclusión voluntaria “siempre ha existido” para todos los contratos adquiridos con los fabricantes de vacunas. “El hecho de que los Estados miembros hagan uso de un mecanismo que se acordó conjuntamente con todos los Estados miembros, ilustra que el enfoque conjunto funciona y se adapta a las necesidades de los Estados miembros”, aseguran desde el Ejecutivo comuntiario.
“La estrategia de vacunas de la UE ha tenido un éxito que muy pocos creían posible en 2020. La solidaridad entre los Estados miembros no ha tenido precedentes y ha permitido a los Estados miembros tener un acceso equitativo a las vacunas Covid-19 en las cantidades necesarias para proteger a los ciudadanos de la UE. Además, a lo largo de la pandemia los Estados miembros han actuado continuamente de forma solidaria para responder a la evolución del virus”, ha añadido la Comisión.
Stella Kyriakides, comisaria europea de Sanidad, ha acogido “con gran satisfacción el acuerdo” y ha asegurado que el control de la pandemia ha sido posible “en gran medida a través de nuestras vacunas y a la vacunación”. “Aunque la Covid-19 ya no es una emergencia de salud mundial, sigue siendo una amenaza que probablemente llegó para quedarse. Por lo tanto, es crucial que estemos preparados para los años venideros”, ha agregado.