El auditor duda de la viabilidad de Urbas por el incumplimiento de pago a sus acreedores

El auditor independiente Baker Tilly ha apuntado que el incumplimiento por parte de Urbas Grupo Financiero de sus compromisos de pago en el marco de la reestructuración de su deuda genera "incertidumbre sobre la capacidad de la compañía para continuar como empresa en funcionamiento".

Así lo ha indicado en el informe financiero anual remitido por Urbas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que señala que la continuidad de su actividad "dependerá del cierre exitoso de las negociaciones que la sociedad viene desarrollando con los acreedores referidos para la reestructuración de la deuda, del acuerdo que se pueda alcanzar con Sareb y Goya Debto para el aplazamiento de las cuotas vencidas o del desenlace final de cualquier otra medida o decisión adicional que se pudiera adoptar".

En concreto, Urbas Grupo Financiero presentó a la fecha de formulación de las cuentas anuales un fondo de maniobra negativo como consecuencia de su nivel de endeudamiento a corto plazo, que incluía deudas vencidas por importe de 58,8 millones de euros con entidades de crédito, fondos de inversión, administraciones públicas y proveedores.

De esta manera, la sociedad mantenía deudas financieras con garantía hipotecaria vencidas y pendientes de pago por importe de 42,6 millones de euros, deudas vencidas con fondos de inversión por 6,8 millones, deudas vencidas y pendientes de pago con administraciones públicas por 6,2 millones de euros y deudas vencidas y pendientes de pago con proveedores por 3,04 millones de euros.

Además, la compañía incumplió sus compromisos de pago derivados de los acuerdos de refinanciación alcanzados con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y Goya Debto, con lo que la deuda pendiente adscrita a dichos acuerdos "podría ser exigible a corto plazo", un total de 29 millones de euros (4,91 millones con Sareb y 24,12 millones con Goya Debtco).

LA QUERELLA CRIMINAL RETRASA LOS PROCESOS

Por otro lado, el auditor explica que este proceso de reestructuración de la deuda con sus acreedores está siendo penalizado por la querella criminal interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción contra Urbas y sus administradores ante el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional.

En este sentido, Urbas comunicó que la querella "no incidirá de forma significativa" en sus estados financieros, aunque dicha situación provocó la suspensión de la cotización de las acciones de la sociedad, que fue restablecida en diciembre de 2017. Sin embargo, reconoce que "todo ello está incidiendo de forma directa en retrasos sobre la resolución de los distintos procesos de renegociación de deuda abiertos", así como en el desarrollo del plan de negocio del grupo, encaminado a "revitalizar el bajo nivel de actividad" que actualmente presenta.

Urbas Grupo Financiero obtuvo un beneficio neto consolidado de 5,26 millones en el año 2017, lo que supone un aumento del 8,84% con respecto al ejercicio anterior. Los ingresos del grupo ascendieron a 4,26 millones de euros, un 39,5% menos que en 2016; y el beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 31.000 euros, frente a la cifra negativa de 3,54 millones de euros del año anterior.