Arabia Saudí espera que el crudo suba más para la salida a bolsa de Aramco

El príncipe heredero saudí quiere que el país disminuya su dependencia del petróleo

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Bolsamania | 29 ago, 2018

El plan del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, de transformar el país parece ser demasiado ambicioso. De momento, uno de sus principales proyectos, el de sacar a bolsa a Aramco, no termina de cuajar y tras múltiples retrasos los saudíes reconocen que no saben cuando llegará a producirse la que sería la mayor OPV de la historia. "Cuando las condiciones sean óptimas", asegura el ministro de Energía, aunque previsiblemente sería en 2019. Los expertos apuntan a que el precio del petróleo es el principal motivo.

Hace unos días saltaban informaciones que apuntaban a que finalmente la salida a bolsa del gigante petrolero se cancelaba. "La decisión ha llevado algo de tiempo, pero nadie puede divulgar esto, de modo que los comunicados están yendo gradualmente en esa dirección, primero retrasar y luego cancelar", afirmaba una fuente saudí a Reuters. Algo que desde Arabia Saudí no han tardado en desmentir, asegurando que el país sigue comprometido de acuerdo con las circunstancias y los plazos elegidos y siempre que las condiciones sean óptimas.

Arabia Saudí asegura que sigue comprometido pero dependerá de "múltiples factores"

Lo cierto es que el Ejecutivo saudí no sabe precisar cuándo será el momento para que Aramco comience a cotizar y solo matiza que dependerá de "múltiples factores". Sin embargo, este hecho era uno de los principales proyectos del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien está a cargo del monopolio petrolero y de la política económica del reino, y cuyo objetivo es transformar un reino basado en el petróleo en una economía del siglo XXI. Es decir, hacerlo menos dependiente del precio de esta materia prima y disminuir el déficit cuando el crudo esté a la baja.

Larzar Aramco al mercado bursátil provocaría la entrada de capital extranjero y, en consecuencia, del mundo moderno. Para ello, el reino saudí se ha propuesto cumplir una serie de medidas. Entre ellas, una nueva legislación fiscal para el sector, la reemisión de una concesión en exclusiva a largo plazo y el nombramiento de un nuevo consejo de administración. Una la ha aprobado, precisamente, esta misma semana. Ha otorgado a Aramco, la petrolera estatal, "una concesión exclusiva a largo plazo", exactamente 40 años, para la explotación de crudo preparando a la compañía para lo que "será una oferta de una calidad y escala sin precedentes en el mercado", apunta el ministro de Energía, Khalid Al Falih.

Aramco, que fue creada en 1988, tenía previsto colocar en el mercado alrededor de un 5% de su capital y convertirse en la mayor salida a bolsa de la historia con una valoración de 2 billones de dólares (1,7 billones de euros). Un anuncio que revolucionó a los mercados y a los bancos de inversión. Al final los designados para participar en el proceso fueron JP Morgan, HSBC y Morgan Stanley; Moelis & Co y Evercore como asesores independientes; y White & Case para las tareas legales.

Sin embargo, la cifra anunciada es abultada, excesiva y exageradamente optimista, pese a que Aramco posee las reservas de petróleo comercial más grandes del mundo, estimadas en 261.000 millones de barriles, y además son las más fáciles y baratas de extraer. Así lo explican los analistas, que apuntan al precio de esta materia prima como uno de los causantes de las dudas. Arabia Saudí esperaría que el petróleo cotice en la zona de los 90 o 100 dólares el barril para que Aramco salga a bolsa.

Para los expertos, la cifra anunciada es abultada, excesiva y exageradamente optimista

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé que la demanda de crudo crecerá un 1,45% a la vez que ha reducido su producción más de lo esperado tras el pacto de recorte de Arabia Saudí con el resto de países de la OPEP más otros externos como Rusia. Según los analistas de Julius Baer, el hecho de que los precios del petróleo suban mientras los inventarios de crudo caen más de los esperado se debe, sobre todo, a la fuerte demanda y a las menores importaciones.

Pero la Agencia Internacional de la Energía (AIE) cree que los riesgos para un suministro estable de crudo podrían afectar a finales de año a los precios. "Somos conscientes de que el crecimiento podría enfriarse a finales de año y en 2019", reconoce.

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