Apple trata de taponar su sangría en bolsa y saca pecho de ventas navideñas

Ha sido el peor día en Wall Street del gigante tecnológico, Apple, de los últimos seis años. Las caídas del 10% de la compañía de Cupertino de este jueves certifican que ha arrancado 2019 igual que acabó 2018: en medio de fuertes turbulencias bursátiles, exacerbadas por la carta del consejero delegado de la empresa, Tim Cook, en la que alertaba de que los ingresos del trimestre serán menores de lo esperado. Muy castigada en el parqué tras el 'profit warning', ha presumido este jueves de récord de ventas en el período navideño, con la esperanza de frenar sus fuertes caídas.

Después del gran revuelo causado el jueves en los mercados por la revisión a la baja que Apple hizo de sus expectativas de ventas de teléfonos iPhone en el primer trimestre fiscal de 2019, la compañía trató de taponar la sangría con datos positivos sobre la App Store y el propio iPhone durante la campaña navideña. Según ha informado, la tienda virtual de aplicaciones móviles logró una facturación récord de 1.220 millones de dólares entre Nochebuena y Nochevieja. Además, la plataforma ha logrado otro hito: el 1 de enero, facturó 322 millones de dólares, la mayor cifra de ventas en un solo día.

Por si esto fuera poco, Cook envió una nueva misiva a los inversores presumiendo de "un día de récord" en las activaciones de iPhones durante el día 25 en EEUU y Canadá. Según informan varios medios, en el texto, el consejero delegado de la empresa refleja también su optimismo en estos dos mercados, además de México, Alemania, Italia, Corea del Sur y Vietnam.

Por contra, reforzó la idea, expuesta en su anterior carta, de que la rebaja de la facturación se debe fundamentalmente a la desaceleración de la demanda en China. Durante los dos últimos años, la demanda del teléfono móvil se ha ido estancando, lo que ha provocado que Apple tomará la decisión de subir los precios en este país con el objetivo de, al menos, mantener los beneficios estables en el gigante asiático.

Si a esto le sumamos una mala reacción por parte de la compañía a esta situación de desaceleración, que a raíz de ello optó dejar de publicar los datos de ventas de unidades de sus productos a sus propios inversores, tenemos el escenario perfecto para un desplome de las acciones de la compañía.

Por si fuera poco, el lanzamiento del último iPhone en septiembre del año pasado "generó cierta confusión entre los consumidores" debido al margen de precios "inusualmente amplio", con tres modelos que varían en precio desde los 749 dólares a los 1,099, según Market Watch.

Lo cierto es que todo apunta a que no se esperaba a que la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China tuviese tanto impacto en Apple, porque a pesar de que sus iPhones están hechos en China, estaban exentos de aranceles. Sin embargo, las cosas nunca son tan sencillas. Lo que verdaderamente ha afectado a la manzana son los precios más altos de otros productos chinos que sí han sido gravados.

El analista de DA Davidson, Tom Forte, cree que la guerra comercial entre Estados Unidos y China es "uno de los factores que causan la desaceleración de la economía china". De este modo, "una economía más débil está provocando una menor demanda de iPhones". Una situación a la que Apple no ha podido dar respuesta con una subida de los precios.