Altman impone su ley: OpenAI estudia convertirse en una organización con ánimo de lucro

Importantes ejecutivos han abandonado la compañía en los últimos meses

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Bolsamania | 26 sep, 2024

El consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, podría estar a punto de volverse todavía más rico de lo que ya es. La 'startup' de inteligencia artificial (IA) estaría replanteándose su estatus como organización sin ánimo de lucro, lo que podría aumentar sensiblemente la fortuna de su primer ejecutivo.

Así lo afirma 'Bloomberg', que estima que Altman podría ganar más de 10.000 millones de dólares si acaba teniendo participación del 7%, como se viene rumoreando. En los últimos días, distintos medios especializados han informado que, como parte de los planes para convertirse en una organización con ánimo de lucro, Altman recibiría esta participación en el capital de OpenAI.

Se calcula que la 'startup' podría levantar más de 6.500 millones en esta última ronda de financiación, lo que elevaría su valoración por encima de los 150.000 dólares y la situaría a la altura de compañías del tamaño de Goldman Sachs, Morgan Stanley o The Walt Disney Company, por nombrar algunas.

OpenAI se fundó en 2015 como una organización de investigación sin ánimo de lucro con el objetivo de crear una IA segura y beneficiosa para la humanidad. En consonancia con esos orígenes, Altman no había tomado participaciones en el capital de la firma, subrayando que la empresa estaba destinada a beneficiar ampliamente a la sociedad y que tenía suficiente dinero. "Me pagan lo suficiente por el seguro médico; no tengo acciones en OpenAI. Hago esto porque me encanta", llegó a afirmar en una comparecencia en el Senado.

Bloomberg cifró en marzo la fortuna de Altman en más de 2.000 millones de dólares. Sus activos consistían principalmente en dinero invertido en fondos de capital riesgo y nuevas empresas. También tiene participaciones en empresas muy cercanas, como Neuralink, de Elon Musk, que no revelan su propiedad exacta y no se incluyeron en el cálculo.

Con todo, estos planes todavía están lejos de ser una certeza. Según distintos medios, todavía se está discutiendo si OpenAI debe convertirse en una empresa con ánimo de lucro y ni siquiera se ha fijado un calendario a este respecto. No obstante, el éxodo de ejecutivos y directivos que está experimentando la empresa podría apuntar a que este desenlace es el más probable.

En los últimos días, Mira Murati, directora de tecnología de OpenAI, ha anunciado que abandona la compañía tras seis años en ella y tras ser nombrada CEO interina durante la breve salida de Altman a finales de 2023. "Me voy porque quiero crear el tiempo y espacio para hacer mi propia exploración", explicó en su cuenta de X.

Una de las voces más respetadas en el sector y miembro del consejo asesor de Naciones Unidas sobre IA, Murati no dejará el cargo de forma inmediata y no se conoce quién será su sucesor. Fuentes de 'Wired' explican que "se están manteniendo conversaciones entre ella y la dirección de OpenAI para garantizar una transición fluida". mientras 'Reuters' avanza que la empresa está planeando cambios en la estructura organizativa de OpenAI. Otras fuentes defienden que la salida de Murati tiene que ver con estos planes para convertirse en una organización con ánimo de lucro.

La de su directora de tecnología no es la única salida que ha sufrido la tecnológica en los últimos tiempos y, según informan distintos medios, tampoco la única que estaría motivada por los planes comerciales de OpenAI. En agosto, Greg Brockman, presidente de la junta de administración, anunció que se tomaba un "año sabático", mientras que John Schulman, uno de los 11 cofundadores de OpenAI, dejó la compañía para unirse a su rival Anthropic. El vicepresidente de investigación, Barret Zoph, también ha tuiteado que "explora nuevas oportunidades fuera de OpenAI".

Otra salida de las más sonadas fue la de su científico jefe, Ilya Sutskever, el pasado mes de mayo. La salida de Sutskever, que se produjo tras la presentación de GPT-4o, uno de los modelos de IA más avanzados de OpenAI, aseguró que la compañía brillaría bajo el lidearazgo de Altman, Brockman y Murati. Hoy solo Altman sigue en la empresa y, apenas un mes después, Sutskever creaba su propia 'startup' dedicada al desarrollo de la inteligencia artificial: Safe Superintelligence.

El nombre (Superinteligencia segura, en español) podría ser interpretado como una especie de pulla a Altman y OpenAI, especialmente si se tiene en cuenta que Sutskever fue una de las voces que abogó por el despido de Altman a finales de 2023, aunque poco después se disculpó por sus acciones. Entonces, se especuló con que uno de los motivos de Sutskever para forzar el despido de Altman era que la compañía estaba avanzando demasiado rápido sin tener en cuenta cuestiones de seguridad clave, ya que Altman siempre ha querido lanzar y comercializar sus modelos de IA cuanto antes.

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