El 2019 de Liberbank: caída en bolsa del 27%, una fusión fallida y recortes salariales

Liberbank cierra la semana que viene un año que no ha estado exento de curvas para la entidad asturiana. El banco comenzó el ejercicio inmerso en las negociaciones con Unicaja para su fusión, que se vieron frustradas unos meses después, tras los que decidió poner en marcha un recorte salarial de su plantilla para ahorrar costes. A lo largo de este ejercicio, además, Liberbank ha tenido que hacer frente a una situación de bajos tipos de interés que ha lastrado su cotización y la de los grandes bancos, entre los que solamente dos consiguen suman valor en el año. Por último, cierra el año centrado en las negociaciones para la venta de Caser, en cuyo capital está presente con un 12%.

Ha sido un año intenso para Liberbank. A principios de año se dieron a conocer sus intenciones de fusionarse con Unicaja, una integración que tenía el visto bueno de los reguladores y el mercado, pero Abanca se metió por medio anunciando a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una suerte de opa precipitada que suscitó un ultimátum por parte del supervisor.

Este avisó asustó a Abanca, que decidió desistir de la operación, aunque sus intenciones de comprar Liberbank siguen en pie meses después.

Pese a todo, la fusión entre Unicaja y Liberbank terminó fracasando, pues ambos bancos no fueron capaces de ponerse de acuerdo en una ecuación de canje que fuera satisfactoria para los dos. Tras el fracaso, Liberbank se llevó la mejor parte en bolsa.

Con todo, ambas entidades volverán a intentarlo una segunda vez. Como contó Bolsamanía, están acercando posturas y ya tienen solución para el punto en el que encallaron las anteriores negociaciones: la ecuación de canje quedaría con el 60% para Unicaja y el 40% para Liberbank, porcentaje que esta última no aceptó entonces. La entidad asturiana ha manifestado en alguna ocasión que sigue abierta a fusiones mientras generen valor para el accionista.

PÉRDIDA DE VALOR Y RECORTE DE COSTES

Mientras tanto, la entidad sigue su camino. Recientemente, ha decidido aplicar unilateralmente las medidas diseñadas para ahorrar unos 16,3 millones de euros en los próximos tres años a través de una modificación sustancial de las condiciones laborales de sus trabajadores.

La dirección del banco y los sindicatos fueron incapaces de llegar a un acuerdo durante el periodo de negociación, por lo que Liberbank decidió imponer una reducción salarial progresiva de entre el 5% y el 8,75% durante los próximos tres años a toda la plantilla, excepto a los empleados cuyo salario no sea superior al previsto en convenio colectivo para su grupo y nivel profesional.

Además, decidió suprimir los beneficios procedentes de los convenios de las antiguas cajas que se unieron para dar lugar a Liberbank y suspender para todos el 70% de las aportaciones a los planes de pensiones recogidas en los acuerdos colectivos durante 2020, 2021 y 2022, aunque los trabajadores que fueron contratados directamente por Liberbank, cuya aportación se realiza a planes de previsión social en las condiciones recogidas en el convenio colectivo, no sufrirán esta medida. Tras la imposición de estas condiciones, los sindicatos decidieron demandar al banco ante la Audiencia Nacional.

Estos recortes llegan en un momento de desafío para los bancos, que deberán enfrentar un escenario de bajos tipos de interés que aún no tiene fecha de fin. Esta situación, unida a las perspectivas de desaceleración para la zona euro, impulsa a la baja las cuentas de la banca española y su impacto se siente en bolsa, donde Liberbank ha perdido este año casi un 27% de su valor.

Sin embargo, Liberbank termina el año con una buena noticia. En el marco de las negociaciones con Caser, que están próximas a cerrarse, el banco, junto con Ibercaja y Unicaja, ha llegado a un acuerdo con la aseguradora para mantener el acuerdo de distribución de seguros en su red, lo que le reporta una comisión de 50 millones de euros que podrá anotarse en las cuentas de este año.