OPINIÓN | España se juega una nueva recesión en las elecciones del domingo

Bolsamanía es un medio económico y financiero y, como tal, es neutral en política. Por ello, no vamos a pedir el voto para ningún partido el domingo. Pero, como es lógico, preferimos unas políticas favorables al mercado y que incentiven la creación de empleo, el crecimiento de salarios y rentas, y el ahorro, en especial a largo plazo. La batalla electoral no solo debe centrarse en Cataluña, sino que va a ser decisiva para la economía, porque nos jugamos evitar una nueva recesión.

Bolsamanía ha hecho un importante esfuerzo para ofrecer a nuestros lectores la información más completa sobre los aspectos económicos de la campaña electoral y que de esta forma puedan tomar la mejor decisión sobre su voto. Así, hemos publicado una serie de vídeos en los que PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox han expuesto sus propuestas sobre impuestos, pensiones, mercado inmobiliario, mercado laboral y energía.

También hemos realizado la primera encuesta entre profesionales del mercado, que ha arrojado como resultados que la opción preferida es un Gobierno de coalición PP-Ciudadanos, aunque la que se considera más probable es una repetición de la alianza PSOE-Podemos-nacionalistas (sin descartar la opción PP-Ciudadanos-Vox). Más allá, lo más relevante es que el sector considera claramente que la prioridad del nuevo presidente del Gobierno debe ser evitar otra recesión.

Porque eso es lo que nos jugamos en estos comicios. Los síntomas de desaceleración son múltiples y empiezan a llegar al empleo, como demuestra la EPA del primer trimestre. Es imperativo tomar medidas para evitar que esa desaceleración se convierta en una nueva recesión cuando muchas variables y, sobre todo, muchas personas todavía no han recuperado los niveles en que se encontraban antes de la gran recesión de 2008-2012.

INMOBILIARIO, ENERGÍA E IMPUESTOS

Es necesario incentivar la inversión tanto nacional como extranjera, el fomento del crecimiento en sectores alternativos al ladrillo y al turismo, y promover la creación de empleo, que a su vez permita una mejora de los salarios. También es necesario flexibilizar muchos mercados de bienes y servicios para mejorar la productividad y la competencia. Algo con lo que también evitaremos el retorno de la inflación, ahora que nos hemos acostumbrado a vivir sin ella.

Aquí cobra especial importancia el mercado inmobiliario, donde los síntomas de burbuja en la venta y el alquiler empiezan a ser preocupantes. Y sabemos muy bien cómo acaba eso. Pero también es necesario 'meter mano' al mercado de la energía, porque España no puede permitirse pagar la electricidad más cara de Europa. Asimismo, es preciso reformar la fiscalidad para acabar con impuestos anacrónicos o ineficientes (cunado no directamente perversos) y hacer un sistema más justo, equitativo y que contribuya al crecimiento y a la creación de empleo.

FOMENTAR EL AHORRO A LARGO PLAZO

En esta reforma hay que prestar mucha atención al ahorro por dos razones principales: la primera es que la tasa de ahorro de España cerró 2018 en mínimos históricos, lo cual es una receta para el desastre; la segunda es que el sistema actual de pensiones es insostenible por una mera cuestión demográfica, por lo que es imperativo promover el ahorro para la jubilación, cosa que actualmente no ocurre. No estaría mal que alguien recupere las cuentas que propuso el profesor Manuel Lagares a Cristóbal Montoro al estilo de las 401(k) norteamericanas.

Con todo lo anterior en mente, ahí tienen las propuestas de los cinco partidos principales. Voten al que les parezca que tiene más capacidad para afrontar todos estos desafíos.