Antonio Fornés invita a un 'Viaje a la sabiduría' en su nuevo libro: "No hay mejor autoayuda que la filosofía"
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El filósofo Antonio Fornés propone un 'Viaje a la sabiduría' en su nuevo libro, compuesto de las "historias filosóficas con moraleja" que lanza a las ondas en el programa 'Viaje al centro de la noche' de Radio Nacional y ahora se recopilan en papel para demostrar que "todo es filosofía", según el autor. "No hay mejor autoayuda que la filosofía", proclama Fornés.
En una entrevista a Europa Press, este doctor en Filosofía que también firmó 'Reiníciate', un libro sobre superación personal, explica que su nueva publicación nace del "juego" que Amaya Prieto, la presentadora del programa de Radio Nacional, le propone cada semana para que, a partir de una palabra, diserte sobre filosofía. "Y esas palabras son tan rocambolescas como bigote, ternura o chachi", dice divertido el filósofo.
"Más allá del riesgo de encontrar de qué hablar, me parece interesante porque muestra que en realidad todo es filosofía, porque la filosofía habla de la vida y es muy abarcadora. Se puede hablar de filosofía a partir de cualquier idea, ya que es la única ciencia que se preocupa de la realidad y del porqué de las cosas", añade el autor de 'Viaje a la sabiduría', publicado por la editorial Diëresis.
Con esa premisa, Antonio Fornés elabora pequeñas historias que deben entretener tanto como hacer pensar. "Que sean entretenidas es otras de mis obsesiones, y siempre tienen un mensaje final, no moral, pero sí lo que yo llamo un 'flash' filosófico para que se haga reflexionar", explica. Porque reconoce que los filósofos "venden mal" la filosofía. "Cuando hablas de filosofía con palabras normales, a la gente le interesa. Los libros de autoayuda tienen mucho éxito, pero desde mi punto de vista no hay mejor autoayuda que la filosofía", proclama.
En ese sentido, recuerda que Sócrates "era un tipo normal que hacía filosofía preguntando al tendero" y así surgió la filosofía, de "la calle y no en un oscuro despacho con cuatro eruditos", apunta Fornés para reivindicar los espacios dedicados a la reflexión y la introspección.
"La filosofía, gracias a Dios, no sirve para nada", proclama como en una máxima que sirve con argumentos. "La filosofía demuestra que las cosas importantes no sirven para nada porque vivimos en una sociedad que lo instrumentaliza todo, porque todo tiene que servir para algo. Eso nos convierte en engranajes que solo saben producir, y es algo absolutamente deshumanizador. Solo cuando pensamos hacemos lo que es más puramente humano", expone Fornés.
"La filosofía no aspira a ser instrumental porque tiene sentido en sí misma. En parecido a lo que decía Santo Tomás del arte, que es lo que más se parece al juego de los niños, porque no juegan para producir nada, el juego en sí mismo tiene sentido", según este filósofo, que aplaude el regreso de su asignatura al Bachillerato, aunque le sabe a poco.
MÁS HUMANIDADES EN LA EDUCACIÓN
"No solo es bueno que vuelva la filosofía al Bachillerato, lo que fue un drama e inconcebible fue que la eliminaran, porque necesitamos recuperar el humanismo. Hay que dotar de prestigio a las humanidades porque son fundamentales para el desarrollo del ser humano", defiende asegurando que alguien que "sólo sabe de ciencia o técnica no tiene desarrollada todas sus capacidades".
Para Antonio Fornés, la pérdida de peso de las humanidades en los planes educativos "sólo responde a la lógica del mercado que quiere que las universidades sean una cantera de las necesidades del mercado laboral". "Pero la educación debe plantearse desde el punto de vista del desarrollo formativo del ser humano, y en ese lugar la filosofía tiene que ocupar un punto central", sostiene.
"A ningún niño le apetece estudiar a Platón o a Sócrates, pero tenemos la obligación de ayudarles para, que desde ese fondo, puedan evolucionar y tener ideas. Suena políticamente incorrecto, pero para pensar hay que tener ideas", prosigue este divulgador de la filosofía en declaraciones a Europa Press. "La filosofía puede costar, pero las cosas realmente buenas cuestan esfuerzo", sentencia.