Un funcionario se pasa catorce años cobrando sin ir a trabajar en Cadiz

Joaquín García de 69 años, lleva ya unos años jubilado y se considera víctima de un caso de 'mobbing'; dice que el Ayuntamiento lo colocó en un puesto sin contenido y pese a ello, él acudió periódicamente a cumplir con su trabajo fantasma, también asegura que la juez que sentenció su caso ni siquiera le dejó declarar para explicarse, pero en lo que coinciden ambas versiones es en que el Ayuntamiento estaba pagando un salario de 37.000 euros anuales por no hacer nada.

"Lo enviamos a Aguas de Cádiz, que es de titularidad municipal, para que desde allí se encargara de supervisar las obras de La Martona, el centro donde van las aguas fecales y pluviales de la ciudad", explica Jorge Blas Fernández, teniente alcalde del Ayuntamiento de Cádiz

Hasta que en 2010 el funcionario es expedientado por no acudir al trabajo y sancionado con 26.920,93 euros, el equivalente a un año de su salario neto, lo máximo reclamable legalmente, según informa El Mundo. El último episodio de este asunto es la sentencia del pasado 20 de enero en el Juzgado Contencioso-Administrativo de Cádiz que, ante la denuncia del funcionario en contra de la medida, se pronunciaba a favor del Consistorio y aceptaba la sanción.

La historia comienza en 1990, cuando Joaquín García, cuñado de quien fuera candidato del PSOE a la Alcaldía de Cádiz, Fermín Moral, entró en la plantilla del ayuntamiento. Cuando este ganó las elecciones, lo nombró director técnico de Medio Ambiente, cargo que ocupó hasta 1996.

"Lo enviamos a Aguas de Cádiz, que es de titularidad municipal, para que desde allí se encargara de supervisar las obras de La Martona, el centro donde van las aguas fecales y pluviales de la ciudad", explica Jorge Blas Fernández, teniente alcalde del Ayuntamiento de Cádiz entre 1995 y 2015, actual senador por el PP y hombre que inició el expediente contra Joaquín García, recoge El Mundo.

"Lo llamé a él y me dijo que estaba de días de asuntos propios y le pedí que viniera a verme. '¿Usted qué hace? ¿Qué hizo ayer? ¿Y el mes anterior?'. No supo responder", asegura Blas Fernández.

"Se le puso un despacho en el edificio de Aguas de Cádiz y allí se quedó. Hasta que un día (14 años después) me acordé de él y pensé: '¿Dónde estará este hombre? ¿Seguirá allí? ¿Se habrá jubilado?, ¿Habrá fallecido?'. Como me constaba que seguía cobrando la nómina, me puse a hacer gestiones. Llamé a Aguas de Cádiz y me dijeron que allí no sabían nada, que pensaban que había vuelto al Ayuntamiento... Lo llamé a él y me dijo que estaba de días de asuntos propios y le pedí que viniera a verme. '¿Usted qué hace? ¿Qué hizo ayer? ¿Y el mes anterior?'. No supo responder", asegura Blas Fernández.

El expediente que se le abrió incluía las declaraciones de Aurelio Vélez, anterior gerente de Aguas de Cádiz, el cual tenía su despacho enfrente del de Joaquín, aseguraba que llevaba años sin verle.

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