El BCE, en alerta pero tranquilo, ofrecerá pistas sobre inflación y subidas de tipos
El mercado no espera anuncios significativos en la primera reunión del año
Actualizado : 12:48
Este jueves se celebra la primera reunión de 2022 del Banco Central Europeo (BCE), con pocas o nulas expectativas del mercado de que se produzca algún cambio en la entidad que preside Christine Lagarde. Sin embargo, la galopante inflación y la presión que llega desde la Reserva Federal de EEUU (Fed), y su inminente subida de tipos de interés provocarán que el supervisor monetario se mantenga en alerta y pueda anticipar algunos detalles de cara a la reunión de marzo.
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Una Lagarde mínimamente 'halcón' "tiene potencial para impulsar al euro"Después de que el BCE anunciara en diciembre el final del programa de compras de emergencia de la pandemia (PEPP) el próximo mes de marzo, el aumento del programa APP 'sine die' y publicara sus proyecciones macroeconómicas, el consenso de analistas consultados por 'Bolsamanía' cree que no moverá ficha hasta el mes que viene. Además, "el contexto de una crisis sanitaria que continúa, altos riesgos geopolíticos y una inflación que todavía se considera transitoria", mantendrán el freno de mano echado en el Consejo de Gobierno del banco central, apunta Franck Dixmier, Global CIO Fixed Income en Allianz Global Investors.
En líneas generales, el banco central "confirmará su camino hacia la normalización gradual de la política monetaria. Esto hará que, en términos de endurecimiento cuantitativo, vaya por detrás del Banco de Inglaterra y de la Reserva Federal", apunta por su parte Pietro Baffico, economista de abrdn.
En el apartado de la inflación, la publicación de los datos del IPC de la eurozona del mes de enero han revelado que sigue la escalada de precios hasta el 5,1%. En opinión de los expertos, esto añade presión para que "el banco central reconozca que existe un alto nivel de incertidumbre respecto a la futura senda de la inflación", agrega Baffico. Y Lagarde se puede referir al impacto de la última ola del Covid-19, así como las presiones de los mercados de la energía.
Más aventurado, François Rimeu, estratega senior de La Française AM, espera que la banquera central reconozca la tendencia al alza de la inflación y, por tanto, "la necesidad de actualizar significativamente su previsión de inflación para 2022 en la reunión de marzo".
Asimismo, el cónclave de febrero debería ser una oportunidad para que "Lagarde retome la retórica comunicada por otros miembros del Consejo de Gobierno en las últimas semanas", indica Dixmier. En concreto, "el BCE debería reiterar su voluntad de ser, como la Fed, pragmático y ágil, y estar dispuesto a intervenir si la inflación sigue siendo demasiado alta en relación con su objetivo del 2%".
Entre las herramientas a disposición del BCE, la primera sería detener las compras netas, como sugiere Philip Lane, economista jefe del BCE. "Solo después de que se hayan detenido las compras de activos netos, se considerarán los criterios para aumentar los tipos de interés", afirma el experto de Allianz Global Investors.
Sin embargo, Rimeu hace hincapié en que la presidenta Lagarde puede anunciar que las subidas de tipos son “improbables” en 2022 (frente a las “muy improbables” del comunicado de diciembre), lo que supondrá un cambio significativo "que será difícil que el mercado no interprete como 'hawkish'".
Por lo que respecta al crecimiento, los expertos no prevén ningún cambio; mantendrá su consideración de que los riesgos para el crecimiento permanecen “ampliamente equilibrados”.
En conclusión, el mercado cree que la postura comparativamente agresiva de la Fed, que aprovechó su reunión de enero para anunciar que está considerando no solo subir los tipos sino también reducir su balance en breve, no debería influir en la toma de decisiones del BCE en esta etapa. La misma Lagarde se alineó con esta percepción en su intervención en el Foro Económico Mundial
Tal como dijo la presidente del BCE, EEUU y la zona euro ya no están en el mismo ciclo, especialmente en términos de inflación: no hay signos de un ciclo de precios/salarios en la zona del euro. Además, "el BCE no está bajo la presión de la opinión pública, excepto quizás en Alemania y quizás lo más importante, ya ha hecho algo para apaciguar a los halcones al detener el PEPP", redondea Dixmier.