Trump sale a la palestra en medio de un clima comercial alarmante

Donald Trump levanta murmullos en el Congreso. La decisión de aplicar aranceles a las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%) ha generado opiniones controvertidas en los pasillos del Capitolio, con tanto demócratas como republicanos abogando por la defensa del libre comercio, evitando así una posible guerra comercial. Durante la noche del martes, el presidente de los Estados Unidos recibe al primer ministro sueco, Stefan Löfven, en un encuentro centrado en el comercio y la inversión bilateral, según ha informado la propia Casa Blanca. Trump comparecerá así por primera vez tras los recientes anuncios, en una rueda de prensa que desvelará más información sobre el futuro de las relaciones comerciales del país con el resto del mundo.

La aprobación de estas medidas proteccionistas podrían hacerse efectivas en apenas una semana, con la Unión Europea (UE) advirtiendo de las consecuencias de esta decisión. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, avisó el pasado viernes de que el bloque europeo impondrá aranceles a las importaciones estadounidenses como los vaqueros Levi's, las motos Harley-Davidson y el whisky Bourbon si el líder republicano continúa firme en su propósito. A las pocas horas, Trump respondía a las amenazas por Twitter asegurando que EEUU gravaría las importaciones de vehículos del Viejo Continente.

"Si la UE quiere aumentar sus ya enormes aranceles y barreras a las compañías de Estados Unidos que hacen negocios allí, simplemente aplicaremos un impuesto a sus coches que libremente inundan EEUU. Hacen imposible que nuestros coches se vendan allí.", escribía.

If the E.U. wants to further increase their already massive tariffs and barriers on U.S. companies doing business there, we will simply apply a Tax on their Cars which freely pour into the U.S. They make it impossible for our cars (and more) to sell there. Big trade imbalance! — Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 3 de marzo de 2018

Asimismo, el presidente declaraba el pasado lunes su intención de levantar estas medidas proteccionistas a Canadá y México, siempre y cuando el tratado Nafta fuera revisado hacia un acuerdo más justo.

Lo acontecido en los últimos días ha revolucionado el Congreso, sembrando el descontento en ambos lados de la banca, especialmente en relación con las tensiones frente al tradicional aliado europeo, un vínculo que, desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, se ha enfriado. Situación que no gusta en ninguno de los bandos.

El escenario que se plantea ahora es que el propio partido republicano trate de bloquear las medidas proteccionistas de Trump en el Legislativo, oponiéndose al aumento de las tensiones comerciales y presionando para la vuelta al libre comercio entre América y el resto del mundo.