Todo irá bien para España sea cual sea el reparto del Fondo de la UE, según expertos
A España, en principio, le corresponderían 140.500 millones de los 750.000 que se distribuirán
Actualizado : 10:39
Los expertos lo tienen claro: todo irá bien para España sea cual sea el reparto del Fondo de Recuperación europeo que los líderes de la UE discuten desde este viernes. El Gobierno de Pedro Sánchez quiere que la mayor parte del dinero sea a fondo perdido, es decir, que no haya que devolverlo, pero esta idea cuenta con el rechazo de buena parte de los Veintisiete. De ahí que la negociación se espere complicada. Aunque, según los analistas, nuestro país saldrá reforzado independientemente del esquema que se adopte al final.
¿Cómo? Muy sencillo. Según ha explicado esta semana Gonzalo de Cadenas-Santiago, director de análisis macroeconómico y financiero de Mapfre Economics en un encuentro con periodistas, "el efecto va a ser muy bueno en cualquiera de los casos" porque "incluso si hay condicionalidad", y el dinero llega a cambio de algo, cree que "van a ser condiciones para transformar la economía", lo que al final será algo positivo.
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La UE afronta la gran batalla por el Fondo de Recuperación y el futuro del bloque"Obligaría a dar ese paso que siempre hemos sido reticentes a dar", el de "cambiar nuestra forma de crecimiento", opina Cadenas-Santiago, que se muestra optimista y cree que el efecto del Fondo "va a ser positivo, y tendrá efectos a largo plazo" en la economía española.
De los 750.000 millones de euros que la UE prevé repartir, a España le tocarían, en principio, 140.500 debido a que el los fondos se distribuirán teniendo en cuenta los sectores más afectados por la crisis que ha provocado la pandemia de coronavirus. Y la composición de la economía española, con un fuerte peso del sector servicios, que es de los que más han sufrido por el Covid-19, hacen que el país vaya a ser uno de los más beneficiados junto con Italia.
El experto de Mapfre cree, no obstante, que gracias al apoyo de Alemania y Francia, entre otros, algo que es "una carta a nuestro favor", gran parte del dinero será a fondo perdido, aunque todo dependerá de cómo se desarrolle la negociación, ya que los denominados 'frugales' (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca) no son partidarios de ello y han mostrado una firme oposición al respecto.
Actualmente se estima que de los 140.500 millones que le corresponderían a España, unos 77.324 millones llegarían a través de subvenciones y el resto como créditos que habría que devolver. El dinero a fondo perdido solo tendría una condición, como recuerda Berenberg: fluirá a los estados miembro siempre que lo necesiten si se comprometen a mejorar el crecimiento público y las inversiones y se promulgan reformas estructurales. "Holanda quiere asegurarse de que solo aquellos países que realmente sean dueños de sus agendas de inversión y reforma reciban dinero", señala la firma alemana de análisis.
España, no obstante, insiste en que la mayoría sea a fondo perdido. Aunque es consciente, como ha dicho Sánchez en el marco de su gira por Europa para reunirse, por ejemplo, con Mark Rutte (Holanda), Angela Merkel (Alemania), Emmanuel Macron (Francia) o Stefan Löfven (Suecia), de que "todos tendremos que ceder" para alcanzar un acuerdo en julio. Un acuerdo que podría no llegar en esta cumbre, dado que ya se habla de la posibilidad de que se convoque otra extraordinaria antes de que acabe el mes para dar tiempo para que los Veintisiete acerquen posturas.
"FIRMEMENTE ARRAIGADO EN REFORMAS ESTRUCTURALES"
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) se reunió este jueves y aprovechó esta cita para "urgir" a la UE a que se ponga manos a la obra "para apoyar la recuperación". Christine Lagarde dijo que en el banco central "tenemos grandes esperanzas" de que el Fondo "salga adelante y sea de 750.000 millones de euros", y de que "tenga una buena proporción entre préstamos y subvenciones".
No obstante, la presidenta del organismo avisó de que el Fondo de la UE "deberá estar firmemente arraigado" a reformas estructurales. Sea como sea, el BCE instó a los Veintisiete a aprobar "rápidamente" un plan de reactivación "ambicioso", aunque es consciente de que "en Bruselas las cosas toman tiempo y son procesos que consumen energía".