Stiglitz: Europa debe alejarse de la austeridad impuesta a Grecia para evitar un 'trágico final'
El Premio Nobel critica las imposiciones de austeridad de Bruselas
- Reclama que el BCE amplíe el programa de liquidez a los bancos griegos
- Joseph Stiglitz avisa de que si hay Grexit, sería malo para Europa, EEUU, y toda la economía global
Actualizado : 22:35
Los votantes griegos rechazaron este domingo las propuestas de las instituciones internacionales a cambio de un programa de rescate. Ganó el mensaje de Syriza, que sigue siendo no a la austeridad. En esta línea se expresa el Premio Nobel Joseph Stiglitz.
En un artículo en USA Today, Stiglitz explica que no piensa en ninguna depresión que haya “sido tan deliberada y con consecuencias tan catastróficas” como la que vive la economía griega, con una tasa de desempleo del 28% que es de casi el doble entre la población joven.
El Nobel descarta pensar en que los líderes europeos castiguen de forma voluntaria a Grecia. Más bien, considera que se están usando modelos macro equivocados. “En el frente macroeconómico, de suma importancia, Grecia llevó a cabo la mayor y más rápida consolidación fiscal entre las economías europeas avanzadas en plenas secuelas de la crisis financiera mundial, sin piedad en el recorte de gastos y en aumentar los ingresos”, señala.
Grecia llevó a cabo la mayor y más rápida consolidación fiscal entre las economías europeas avanzadas en plenas secuelas de la crisis financiera mundial
AJUSTES NO REALIZADOS
No obstante, avisa de que los gobiernos griegos no han hecho todas las reformas estructurales que se les ha pedido. Algunas de ellas se tenían que haber ejecutado, opina Stiglitz, como “un mejor trabajo en la recaudación a los más ricos”. Otras pueden tener sentido sólo cuando la economía esté en plena recuperación, no ahora cuando Grecia está en medio de una depresión, añade.
Si Grecia hubiera hecho todos los ajustes, la situación sería poco o nada diferente en términos de crecimiento, opina. De hecho, habría más desempleo y “mucho más sufrimiento”. Sin estas reformas, Grecia había crecido más rápido que la Unión Europea desde mediados de los 90 hasta la crisis global (4% frente a un 2,6% de media anual).
La pelota está ahora en manos de los líderes europeos, afirma el Nobel, que se pregunta si se va a seguir con una política que ha demostrado ser un desastre o se van a combinar buenas políticas democráticas, el deseo de preservar el euro y el respeto a la democracia.
FIN DE LA 'AUSTERIDAD IRREFLEXIVA'
Por ello, aboga por ponerse en pie “contra la austeridad irreflexiva” en su análisis en USA Today. Hace cuatro años, “cuando surgieron los primeros signos del fracaso de esta política, los líderes europeos reconocieron que lo que se necesitaba era una estrategia de crecimiento”.
El Premio Nobel Joseph Stiglitz aboga por ponerse en pie contra la austeridad irreflexiva
Finalmente, “se reestructuró parte de la deuda griega. Pero demasiado poco y no se hizo bien. Cuando comenzó la crisis, la deuda de Grecia estaba en el 117% del PIB. Actualmente, tras la reestructuración, después de un programa diseñado para mejorar la sostenibilidad de la deuda, se sitúa en el 177%”.
“Aunque las condiciones que Europa impuso a Grecia provocaron su depresión, Grecia vio poco de este dinero - alrededor del 90% fue a los acreedores, incluidos los bancos alemanes y franceses-. Esto es típico: la mayoría de los rescates (por ejemplo, el rescate de México) no son rescates del país, sino de los bancos occidentales que no hicieron las debidas diligencias. Podría ser bueno que los gobiernos europeos y otros que rescatan sus bancos (aunque sí que es una buena política, es otra cuestión); pero los griegos preguntan con razón, ¿por qué deben soportar tanto en sus espaldas?”, argumenta el economista norteamericano.
Ahora, incluso el FMI está llamando a la reestructuración de la deuda, señala Stiglitz. “Hay muchas maneras en que esto puede hacerse: alargar el tiempo en el que los préstamos tienen que ser devueltos, bajando las tasas de interés, o incluso la cancelación de parte de la deuda o la conversión de parte de la deuda en bonos vinculados al PIB, que se pagarían en mayor cuantía si Grecia se recupera”. “Esto es alinear los intereses de Grecia y sus acreedores para conseguir un rápido retorno al crecimiento”, añade.
Aunque las condiciones que Europa impuso a Grecia provocaron su depresión, Grecia vio poco de este dinero. Alrededor del 90% fue a los acreedores, incluidos los bancos alemanes y franceses
GRECIA DEBE SEGUIR EN EL EURO
Joseph Stiglitz retira que es posible mantener a Grecia en la zona euro. Para ello se necesita una profunda reestructuración de la deuda y objetivos presupuestarios más razonables. Además, el Banco Central Europeo (BCE) debe proporcionar liquidez inmediata. ¿Qué significa ser una unión monetaria si el banco central no actúa como prestamista de última instancia”, se pregunta el economista estadounidense. “No proporcionar efectivo a los bancos sería equivalente a empujar a Grecia hacia fuera del euro”.
“Si los socios de Grecia en la zona euro continúan en la misma dirección que antes de la crisis, me temo que el juego ha terminado”, profetiza Stiglitz. “Será malo para Grecia, malo para Europa, malo para la economía mundial, incluyendo a Estados Unidos. Incluso si el euro sobrevive por el momento, es el principio del fin. En la próxima crisis -y habrá más crisis- algún otro país se verá obligado a la misma situación. La zona euro se suponía que no es un matrimonio de conveniencia, sino una nueva realidad económica y política. Con la salida de Grecia, la zona euro comenzaría a desgastarse. Incluso aquellos de nosotros que piensan que el euro fue un error no quieren ver este trágico final”, concluye en su artículo en USA Today.
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