Soros se pilla los dedos en el rally bursátil tras la victoria de Trump

La victoria de Donald Trump ha pillado a más de un inversor en fuera de juego. Es el caso del multimillonario George Soros, que según apunta el diario The Wall Street Journal habría perdido 1.000 millones de dólares tras el rally bursátil que ha experimentado la bolsa estadounidense.

Soros, partidario de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, invirtió en posiciones bajistas después del triunfo de Trump esperando que las bolsas se tiñesen de rojo tras la victoria del republicano, una situación que no se ha dado, hasta el momento, y que incluso ha derivado en un rally bursátil frente a las previsiones del consenso de los analistas. Esta situación hizo al inversor retirar algunas de sus inversiones antes de asumir mayores caídas.

Cabe recordar que desde que Trump ganase los comicios el 8 de noviembre el Dow Jones ha subido un 9,3%, cotiza cercano a los 20.000 puntos básicos, algo nunca antes visto, como tampoco se había comportado nunca el Nasdaq 100 o el S&P 500. El índice que agrupa a la mayoría de empresas tecnológicas marcó este miércoles un máximo histórico y el S&P 500 ha subido un 5,6% desde el día de las elecciones.

Este repunte lo pagaron caro muchos inversores que se dejaron vencer por el pesimismo y pensaron que no era un buen momento para invertir por la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos. Una situación que se ha aliviado por las promesas políticas de Trump de bajar impuestos, desregular algunas de las reformas aplicadas por Barack Obama y estimular los beneficios empresariales, aunado a la subida de tipos de interés de la Reserva Federal para controlar la inflación.

Según publica el diario económico en la misma noticia, uno de los mayores beneficiados del 'efecto Trump' fue Stanley Druckenmiller, exgerente de los fondos del Grupo Quantum de George Soros. Druckenmiller y Soros son dos viejos conocidos, ya que ambos lograron una importante suma de dinero cercana a los 1.000 millones de dólares cuando apostaron en contra de la libra esterlina en 1992. Una famosa operación que le hizo al Banco de Inglaterra devaluar la divisa.