El sector manufacturero de Estados Unidos empeora notablemente en octubre

El sector manufacturero de EEUU empeoró su situación en octubre. El sector volvió a contraerse por decimosegundo mes consecutivo, como muestra el índice PMI que elabora el Institute for Supply Management (ISM), el cual ha empeorado hasta los 46,7 puntos, después de repuntar hasta los 49 puntos en septiembre. Esta caída continuada en las condiciones del sector se produce después de un periodo de crecimiento de 28 meses.

La lectura se sitúa también notablemente por debajo de las expectativas del consenso, que esperaban que la referencia cerrara octubre en línea con el dato de septiembre.

El índice de nuevos pedidos se mantuvo en territorio de contracción en el 45,5%, 3,7 puntos porcentuales por debajo de la cifra del 49,2% registrada en septiembre. A su vez, la lectura del índice de producción del 50,4% supone un descenso de 2,1 puntos porcentuales en comparación con la cifra del 52,5% de septiembre.

Por otro lado, el índice de precios pagados se situó en 45,1%, 1,3 puntos porcentuales más que el 43,8% de septiembre. A su vez, el índice de empleo cayó hasta el 46,8%, 4,4 puntos porcentuales menos que el 51,2% de septiembre.

Timothy R. Fiore, presidente de ISM, destaca que estos datos constatan que el sector manufacturero estadounidense "siguió contrayéndose y a un ritmo más rápido" en octubre, al tiempo que las empresas "siguen gestionando adecuadamente la producción mientras continúa la debilidad de los pedidos". "De las seis mayores industrias manufactureras, sólo una, la de alimentación, bebidas y tabaco, registró crecimiento en octubre" añade.

"Las empresas de los panelistas mantuvieron estable su producción intermensual y adoptaron medidas más inmediatas para reducir el número de empleados, utilizando los despidos como principal instrumento. Los insumos siguieron acomodándose al crecimiento futuro de la demanda. Por decimotercer mes consecutivo, el índice de entregas de los proveedores se aceleró, aunque a un ritmo menor que en septiembre, y el índice de existencias volvió a situarse en terreno de contracción. El índice de precios se mantuvo en territorio "decreciente", lo que significa que continúan las reducciones generales de precios a pesar de las turbulencias del mercado energético de octubre. Los plazos de entrega de los proveedores manufactureros siguen disminuyendo, pero a un ritmo más lento", detalla Fiore.

Por otro lado, desde ISM destacan que la demanda sigue siendo débil, pero la ejecución de la producción es "estable" en comparación con septiembre, ya que "las empresas de los panelistas siguen gestionando la producción, los insumos materiales –y de forma más agresiva– los costes laborales".

PMI DE S&P GLOBAL

Por otro lado, este miércoles se ha publicado el índice PMI que elabora para el sector S&P Global, y que ha ascendido hasta los 50 puntos en octubre, desde los 49,8 registrados en septiembre, poniendo fin así a una secuencia de cinco meses consecutivos de descensos.

La agencia destaca que "una expansión consecutiva de la producción y un nuevo aumento de los nuevos pedidos apoyaron el alejamiento de una salud sectorial en declive".

"Dicho esto, las condiciones de la demanda fueron históricamente débiles en general, con las empresas ajustando a la baja sus expectativas de producción para el próximo año y reduciendo el empleo por primera vez desde julio de 2020", matizan. La caída de las plantillas también reflejó la "disminución de la cartera de pedidos y el exceso de capacidad".

Por otro lado, a pesar de una nueva contracción de las compras de insumos y de la reducción de las existencias, las presiones inflacionistas repuntaron. "Los costes de los insumos y las cargas de producción aumentaron al ritmo más rápido desde abril, pero los incrementos siguieron siendo mucho menos acusados que la media de los dos últimos años", agregan.

Asimismo, S&P destaca que al repunte del índice general contribuyó un nuevo aumento de las nuevas ventas de los productores de bienes durante octubre. Además los nuevos pedidos aumentaron por primera vez en seis meses y al ritmo más rápido desde septiembre de 2022. Por el contrario, aunque las empresas observaron una mejora de las condiciones de la demanda, la tasa de crecimiento fue "marginal" en general, ya que algunas empresas siguieron observando un entorno de ventas "moderado".

"El crecimiento total de los nuevos pedidos estuvo liderado por la demanda interna, ya que las nuevas ventas internacionales cayeron aún más y a un ritmo ligeramente más acusado que en septiembre. Al parecer, la fortaleza del dólar lastró la competitividad mundial y las ventas al extranjero, junto con las difíciles condiciones económicas de los principales mercados de exportación", explican.

Siân Jones, economista principal de S&P Global Market Intelligence, ha subrayado que las condiciones de la demanda "mostraron signos de mejora al reavivarse el interés de los clientes, pero una vez más se centraron en gran medida en el mercado nacional, ya que los nuevos pedidos de exportación cayeron a un ritmo más rápido".

"Preocupan los informes sobre la disminución de la cartera de pedidos, que antes se utilizaba para apoyar la producción, y las empresas también revisaron a la baja sus expectativas de producción futura hasta situarlas en el nivel más bajo en 2023 hasta la fecha. Al mismo tiempo, los fabricantes redujeron el empleo por primera vez en más de tres años, ya que la carga de trabajo era insuficiente para justificar contrataciones adicionales o la sustitución de bajas voluntarias", apunta.

En cuanto a los precios, Jones recalca que los fabricantes informaron de aumentos "más acusados" de los costes y las cargas de producción, a medida que la inflación recuperaba cierto impulso en el sector. "El aumento de los precios del petróleo y de los insumos derivados del petróleo volvió a impulsar las subidas, al acelerarse las tasas de inflación por tercer mes consecutivo", sentencia.