Scope Ratings mantiene la calificación de España en 'A-' con perspectiva estable
Por factores que aumentan la resistencia del país en un contexto de aumento de los precios
Actualizado : 13:30
Scope Ratings mantiene el rating de España en A- con perspectiva estable. Según detalla la agencia, la confirmación se basa en las siguientes fortalezas crediticias: el estatus de España como miembro de la zona euro, la economía grande y diversificada del país y la reducción gradual de los desequilibrios externos y financieros.
"Estos factores permitieron la aplicación de una respuesta fiscal anticíclica a la crisis del Covid-19, respaldan las perspectivas a medio plazo de la economía española y aumentan la resistencia del país a las dificultades económicas en un contexto de aumento de los precios de la energía y las materias primas y de incertidumbre mundial", apunta Scope.
No obstante, señalan que hay ciertos desafíos para esta calificación, como los elevados niveles de deuda pública y externa y el elevado desempleo estructural y bajo crecimiento de la productividad. Además, destacan los déficits fiscales estructurales y una evolución demográfica (rápido envejecimiento y disminución de la población), que ejerce una presión estructural sobre las finanzas públicas y perjudica el potencial de crecimiento.
La perspectiva estable refleja la convicción de Scope de que los riesgos están equilibrados durante los próximos 12 a 18 meses.
El rating/perspectiva de A-/Estable podría mejorarse si, individual o colectivamente se introducen reformas que eleven aún más las perspectivas de crecimiento del país o las finanzas públicas mejoran significativamente, situando la deuda pública en una clara trayectoria descendente. Por el contrario, el rating/perspectiva podrían rebajarse si asistimos a una recuperación de la economía española más débil de lo previsto o un deterioro fiscal prolongado diera lugar a un debilitamiento de la sostenibilidad de la deuda, o se retrasaran o introducen reformas que afectaran negativamente a las perspectivas económicas y fiscales.
Por otro lado, Scope Ratings ha confirmado las calificaciones de emisor a largo plazo y de deuda senior no garantizada en moneda local y extranjera de España, así como su calificación de emisor a corto plazo de S-1 en moneda local y extranjera. Todas las perspectivas se mantienen estables.
CONSIDERACIONES DE SOSTENIBILIDAD ESG
Scope destaca que tiene en cuenta explícitamente las cuestiones de sostenibilidad ESG durante su proceso de calificación a través del pilar de riesgo soberano ESG de la metodología soberana, con una ponderación del 20% en el modelo cuantitativo (CVS), así como en la superposición cualitativa de la metodología (QS). Los factores de gobernanza se recogen explícitamente en la evaluación de Scope del "riesgo institucional y político" en su metodología, en la que España obtiene puntuaciones relativamente altas en un índice compuesto de seis indicadores mundiales de gobernanza del Banco Mundial, "lo que refleja un marco institucional sólido y estable".
Los factores crediticios relacionados con la sociedad se recogen de forma similar en el CVS de Scope. Las crecientes tasas de participación de la población activa se ven contrarrestadas por una elevada desigualdad de ingresos y un aumento significativo de las tasas de dependencia de la tercera edad. España también tiene una proporción particularmente alta de jóvenes que no cuentan con empleo ni educación ni formación ("Ninis") en comparación con otros países homólogos.
Por último, en lo que respecta a los riesgos medioambientales, España obtiene una puntuación relativamente buena en el CVS con respecto a las emisiones de carbono por unidad de PIB y a su exposición y vulnerabilidad a las métricas de riesgo de desastres naturales. Sin embargo, la puntuación del país es más débil en cuanto a los riesgos relacionados con los recursos, concretamente en lo que respecta a la huella ecológica de su consumo en comparación con la biocapacidad disponible dentro de sus fronteras.
España también se encuentra entre los países más vulnerables a los efectos adversos del cambio climático en comparación con sus comparables europeos. Valoramos positivamente que el Gobierno español haya adelantado a 2023 sus objetivos de transición energética para 2025, recogidos en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, para impulsar la recuperación económica del país. "Esto debería fomentar la inversión en energías renovables, la renovación del parque de viviendas y las infraestructuras para la movilidad eléctrica", indica.