La renta mínima ayudará a aflorar economía sumergida, según la Seguridad Social

El Gobierno asegura que la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital ayudará a aflorar economía sumergida, puesto que una de las exigencias para poder acceder a él es la de presentar una declaración en la que haya constancia de las rentas con las que se cuenta.

Según se explica desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los posibles beneficiarios pedirán que los ingresos que reciben queden reflejados de manera que desde la Administración se puedan comprobar para tramitar esta renta mínima. Esto hará que muchos empezarán a solicitar que les dejen de pagar en negro porque, aunque eso implique que se les haga la retención correspondiente, les compensa al poder beneficiarse de la cuantía añadida del Ingreso Mínimo Vital.

Por otro lado, el Gobierno no quiere que el Ingreso Mínimo Vital que acaba de poner en marcha se convierta en una prestación que haga que los que la reciben se desconecten del mercado laboral. Por ello, con el objetivo de incentivar la búsqueda de empleo, no excluirá de percibir esta renta a aquellos que encuentren trabajo. Al menos, durante un tiempo.

De esta manera, se fomentará la participación en el mercado laboral con incentivos. Así, cuando el titular de la prestación no tenga empleo y lo encuentre, parte de su salario estará exento transitoriamente en el cálculo de la prestación. Mientras, aquellos que estén ocupados, cuando su salario se incremente, la cuantía de la prestación se reducirá en una cantidad inferior. Además, será compatible con un trabajo a tiempo parcial.

"Es un incentivo muy útil. Incluso los que quieran trabajar alguna horas más y si excede el ingreso mínimo, lo podrán compatibilizar aún con este exceso durante cierto tiempo", ha destacado el ministro José Luis Escrivá, que ha adelantado que e Gobierno prevé un "sello social" para reconocer a aquellas empresas que ayuden a estos colectivos a que se integren en el mercado de trabajo. Por su parte, los beneficiarios tendrán incentivos a la contratación por el lado de la Seguridad Social. Para poder ser beneficiario del Ingreso Mínimo Vital, se exigirá la inscripción como demandante de empleo para el acceso a la prestación.

Este asunto era algo que se venía reclamando desde varias direcciones y que despertaba las reticencias de muchos que creen que esta renta supone animar a que las personas se despreocupen de contar con un trabajo. De hecho, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirmaba que esta ayuda no tendrá ningún sentido si no tiene un recorrido hacia la empleabilidad, diciendo que "no podemos montar un país subvencionado, porque si no, tenemos un problema real". Tras la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, el presidente de la Federación de Autónomos ATA, Lorenzo Amor, ha dicho no estar de acuerdo "en algo estructural que venga a sustituir las ayudas de rentas de comunidades y que genere más economía sumergida y mayores desincentivos a la búsqueda de empleo".

Desde los sindicatos, USO recalca que "es un error hablar de esta renta como de caridad", pues una de las inversiones "imprescindibles" es la inserción laboral. Por ello, desea que se aporten "herramientas formativas para volver al mundo laboral" apostando por políticas de formación y empleo.