Reino Unido no piensa pagar 100.000 millones de euros por el Brexit
Es la factura que la Unión Europea estudia presentar al gobierno de Theresa May
- Saltan chispas entre May y Juncker después de una cena tras la que el presidente de la Comisión Europea dijo estar sorprendido por la estrategia de la premier
- En català: El Regne Unit no pensa pagar 100.000 milions d'euros pel Brexit
Justo cuando las dificultades de la primera fase de las negociaciones sobre el divorcio entre Reino Unido y Bruselas parecían haber quedado atrás, la cuestión económica vuelve a saltar a la palestra. Según explica 'Financial Times', la Unión Europea (UE) está valorando presentar una factura al gobierno de Theresa May de 100.000 millones de euros por el Brexit, cantidad que desde el Número 10 de Downing Street no se piensa asumir.
El ministro del Brexit, David Davis, se ha anticipado a los líderes europeos y en declaraciones al canal británico ITV ha asegurado que “no pagaremos 100.000 millones de euros”. “Todavía tenemos que discutir en detalle cuales son los derechos y obligaciones de Reino Unido” en el proceso de salida del club europeo, ha señalado Davis.
“No pagaremos 100.000 millones de euros”, asegura el ministro británico del Brexit
Esta cantidad supera de mucho la cifra que se barajaba hasta la fecha, de 60.000 millones de euros, y que se calculaba en base a las obligaciones asumidas antes de la fecha de la retirada, según se recoge en el documento de de las directrices de negociación del Ejecutivo comunitario. La factura del ‘Brexit’, que Bruselas ha reclamado calcular en euros, es uno de los puntos clave de las primera fase de las negociaciones y la UE asegura que debe fundamentarse en "el principio de que Reino Unido debe respetar su cuota de la financiación de todas las obligaciones asumidas mientras era miembro de la Unión".
Bruselas espera que Reino Unido cubra las obligaciones con el presupuesto de la Unión y la terminación de la membresía de Reino Unido "de todas las instituciones y órganos establecidos por los Tratados", incluido el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Europeo de Inversiones, pero también su participación en fondos específicos como el Fondo Europeo de Desarrollo y el fondo para los refugiados en Turquía y, asimismo, deberá cubrir "plenamente" los "costes específicos" de "la relocalización de las agencias y otros organismos de la Unión" a otros países, como la Agencia de Medicamentos o la Autoridad Bancaria.
"El cálculo debe hacerse en función de los datos disponibles para la fecha de retirada o bien para el final del año de la retirada. Las obligaciones deben ser definidas en euros", precisa el Ejecutivo comunitario en el documento, en el que deja claro que el acuerdo sobre las condiciones del 'Brexit' debe definir "de manera precisa" cómo calcular estas obligaciones.
También se deberán acordar "las modalidades de pago" para "limitar el impacto de la retirada en el presupuesto de la Unión" y "un calendario de pagos anuales que deberá hacer Reino Unido", aunque no se descarta que la factura "global" pueda "ser objeto de ajustes técnicos anuales futuros".
VUELVE LA ESCALADA VERBAL
Además de la brecha que se abre en las negociaciones económicas, los primeros encuentros entre May y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, no han ido precisamente bien. Recoge 'Bloomberg' unas declaraciones de la ‘premier’ en las que se ha jactado de que Juncker está “aprendiendo que puede ser muy difícil”, después de que se hayan filtrado detalles de la cena que ambos compartieron la semana pasada y de que el cargo europeo haya manifestado que se halla “sorprendido” por la estrategia de May.
May se jacta de que Juncker está aprendiendo que puede ser muy difícil
Sin embargo, May ha obtenido el apoyo de varios funcionarios del gobierno europeo, que se han distanciado del aparente escepticismo de Juncker sobre las posibilidades de un acuerdo de Brexit. Los informes sobre la cena no son "útiles", ha señalado la jefa del gobierno irlandés Regina Doherty. Un funcionario alemán ha expresado inquietud por la filtración de la valoración de Juncker y la ha calificado de inusual.
El choque entre May y el presidente de la Comisión Europea puede ayudar a la campaña de reelección de la líder conservadora, ya que puede convencer a los votantes de que May debe ser la líder que encabece las conversaciones con la UE en vez de líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.
A la luz de estos acontecimientos, 'The Times' sugiere en un artículo que la UE prohibirá a May que discuta los detalles del Brexit de forma individual con los jefes de Estado europeos.