Reino Unido acusa a la UE de torpedear el acuerdo que “estaba a punto” con demandas de Francia
Johnson y Von der Leyen se llamarán en las próximas horas
El culebrón del Brexit entra en su ‘season finale’ a medida que se aproxima la fecha del 31 de diciembre y se apilan las fechas clave en las dos próximas semanas para cerrar un acuerdo que rija la relación comercial entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido a partir del año próximo. El camino que parecía despejado para que los equipos negociadores de ambos bloques presentaran una acuerdo entre este viernes y el fin de semana, se ha visto obstaculizado este jueves cuando Bruselas ha presentado una serie de demandas de última hora, a colación de las quejas de Francia y su amenaza de veto del tratado.
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El veto francés al Brexit, una maniobra para otra prórroga en 2021 aunque haya acuerdoAsí, el Gobierno británico ha señalado que las perspectivas de un acuerdo inminente habían retrocedido, imponiendo una nueva oleada de pesimismo en torno a las negociaciones. Según fuentes del equipo británico, recogidas por 'Bloomberg', los negociadores europeos presentaron nuevas peticiones inasumibles que han hecho encallar de nuevo el proceso. La UE, en cambio, ha negado tal extremo.
Este acontecimiento se produjo después de que en la madrugada del jueves trascendiera que los diplomáticos franceses plantearan un día antes su preocupación de que la UE estaba haciendo demasiadas concesiones para conseguir un acuerdo a tiempo. Un funcionario del Reino Unido ha señalado a Bloomberg que las conversaciones habían dado un gran paso atrás porque la UE había endurecido su posición en respuesta a los franceses.Un segundo ha declarado que, a pesar del revés, un gran avance es todavía posible en los próximos días.
Esta enésima disputa allana el terreno para que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, intercambien impresiones en una llamada telefónica este viernes o el sábado. Se espera que aborden tanto las preocupaciones galas como las líneas rojas británicas.
El presidente francés, Emmanuel Macronm está decidido a que su industria pesquera no pierda gran parte de su acceso a las aguas británicas y quiere que las empresas del otro lado del Canal de la Mancha se atengan a normas estrictas sobre las ayudas estatales y las normas laborales para que no obtengan lo que él considera una ventaja injusta. Por su parte, Johnson ve la recuperación del control de las aguas pesqueras y la libertad de establecer sus propias reglas como un asunto de soberanía nacional, uno de los pilares en los que se fundamenta el Brexit.
En los últimos días se ha visto algún progreso en los tres temas principales que deben resolverse antes de que se pueda llegar a un acuerdo: el acceso a las aguas pesqueras británicas, la igualdad de condiciones competitivas y la forma de hacer cumplir el acuerdo. Pero ninguno de ellos está resuelto todavía.