El plan británico para un Brexit duro: menos impuestos y más gasto público
Se trata de 'Project After', un plan para minimizar los daños de un divorcio no acordado
Actualizado : 10:13
Un “grupo secreto” dentro del Gobierno del Reino Unido está trabajando en un ambicioso plan para estimular la economía británica en caso de un Brexit no negociado, el escenario más probable cuando quedan menos de 50 días para la prevista fecha de salida del Reino Unido de la UE el próximo 29 de marzo. Se trata de “Project After”, un proyecto que contempla desde el recorte de impuestos y aranceles hasta el aumento de las inversiones públicas en ciertos sectores económicos, según ha revelado Financial Times.
Los encargados de la elaboración de este plan que aspira a convertirse en el salvavidas británico en caso de un divorcio traumático con la Unión Europea son un grupo de expertos liderados por el diplomático y alto funcionario del Ejecutivo, Mark Sedwill, mientras que se desconocen otros nombres propios de los integrantes. Este particular equipo agrupa a personal del Gabinete de la primera ministra, Theresa May, y de tres ministerios -Economía, Empresas y Comercio Internacional-. Además, para su trabajo, el grupo responsable está en “estrecho contacto” con el Banco de Inglaterra.
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Bruselas y Londres acuerdan reabrir las negociaciones del BrexitJunto con las propuestas más "radicales" de esta estrategia, como la citada eliminación de aranceles y recortes de impuestos, el Gobierno también evalúa otras ideas "más convencionales", como mejorar los mecanismos de suministro y fomentar las exportaciones. De hecho, una de las prioridades del equipo es depurar la “opciones que pudieran ser económicamente contraproducentes".
De hecho, el equipo del “Project After” se encuentra dividido en cuanto a considerar qué medidas debe contemplan el plan para paliar lo máximo posible las consecuencias de un Brexit duro. Una parte del grupo de expertos estima que rebajar impuestos e incrementar el gasto público puede llevar un aumento de la inflación, dañar la confianza de los consumidores, impulsar los tipos de interés y, en último término, incrementar el coste del crédito para el Reino Unido. Igualmente, "si Gran Bretaña sufre un ‘shock’ en la oferta y el Gobierno aplica estímulos en la demanda, causaría inflación", advierte un funcionario.
Asimismo, el ministro británico de Comercio Internacional, Liam Fox, ha sugerido en diversos foros durante los últimos días la posibilidad de renunciar a cobrar aranceles sobre las importaciones en caso de una ruptura con Bruselas no negociada para evitar que se disparen los precios. Sin embargo, diversos expertos han advertido de que las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) no permitirían a Londres eliminar únicamente las tarifas a las importaciones provenientes desde la Unión Europea, sino que deberían aplicar la misma política los demás países, que por su parte no estarían obligados a tomar medidas recíprocas.
EL GOBIERNO TENDRÁ LA ÚLTIMA PALABRA
Ante esta posibililidad, el Partido Laborista advierte de que este tipo de decisiones podrían en peligro puestos de trabajo en numerosas industrias. Ante una comisión parlamentaria, Fox señaló que no defiende personalmente una "liberalización unilateral" de la política comercial del Reino Unido y aseguró "entender completamente" los riesgos de eliminar las tarifas sobre las importaciones. A pesar de ello, sostuvo que el tipo de regulación que pueda adoptar el país tras un Brexit no negociado será, en última instancia, una decisión colectiva del Gobierno.
El grupo responsable de "Project After" está en “estrecho contacto” con el Banco de Inglaterra
Aunque esta estrategia de contención, que se pondría en marcha siempre y cuando la economía británica corra un serio peligro ante un eventual divorcio no acordado con Bruselas, ha sido mencionado en las últimas reuniones del Gabinete de May, lo cierto es que no se ha hecho público por parte del Gobierno.
"Es básicamente como una lista del Día del Juicio Final de las palancas económicas que podríamos tirar si la economía está a punto de caer", señalan fuentes gubernamentales, que sostienen que el proyecto lleva dos años desarrollándose como una iniciativa dentro del Ministerio de Comercio Internacional, aunque se ha ido expandiendo hacia otros ministerios para ser abordado de una forma más amplia y completa.
Según Joe Owen, director asociado del grupo de pensamiento Institute for Government, "Project After" es el plan del Gobierno para manejar las futuras relaciones comerciales internacionales tras un "brexit" duro. Owen, además, sostiene que el hecho de que el desarrollo de este plan esté encabezado por Mark Sedwill significa que “deber ser una prioridad para la primera ministra”.