La pandemia convierte al sector residencial en principal activo de inversión inmobiliaria
Una tendencia que tendrá continuidad dada la escasez de oferta y la creciente demanda
Actualizado : 14:17
La pandemia ha modificado el atractivo de los distintos activos inmobiliarios. El segmento residencial se convirtió el año pasado en el principal activo de inversión en el mercado inmobiliario, dejando claramente de lado a los que hasta ahora habían sido los activos estrella del mercado español, es decir, las oficinas o los locales comerciales.
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Comprar para alquilar, no para vivir: España no concibe ahorrar sin invertir en viviendaLa inversión en oficinas y en activos hoteleros ha sido tradicionalmente, y con diferencia, la de mayor peso en el sector inmobiliario comercial español, ya que entre ambas sumaban cerca del 50% del total, mientras que el segmento residencial comercial, el minorista y, sobre todo, el logístico, se situaban en un segundo plano, según señala un informe elaborado por CaixaBank Research. Pero llegó el Covid-19 y la inversión inmobiliaria se dio la vuelta, modificando el atractivo de los diferentes activos de este mercado.
En algunos casos para bien. Los activos minoristas se vieron beneficiados por el papel de los supermercados como abastecedores de bienes básicos para la población; el sector logístico, por el auge del comercio on-line; y los activos residenciales, por una combinación de factores más heterogéneos. Como señalan desde la entidad, el interés por las residencias de estudiantes se ha moderado por la expansión de las clases on-line y las residencias de la tercera edad han sufrido de primera mano el impacto de la crisis sanitaria, "pero el alquiler residencial ha recibido un nuevo impulso gracias a las iniciativas 'build to rent' y es evidente que la tendencia de las residencias de la tercera edad seguirá al alza, teniendo en cuenta los fundamentales demográficos del país".
De esta manera, durante el año pasado, los activos residenciales se convirtieron en el principal activo de inversión, representando el 28% del total de la inversión inmobiliaria, seguidos del segmento minorista (25%) y logístico (15%). En el lado opuesto se sitúan los que hasta entonces habían sido, precisamente, los activos estrella del mercado español. Con la llegada de la pandemia, el atractivo de las oficinas se desplomó por el avance del teletrabajo, los locales comerciales quedaron muy afectados por las restricciones y los hoteles sufrieron las consecuencias de una demanda en mínimos. En 2020, la inversión en oficinas y hoteles quedó por debajo del 20% del total.
LA INVERSIÓN SE DUPLICA
En pasado ejercicio, la inversión en el segmento residencial comercial, que comprende la vivienda para alquiler, así como las residencias de estudiantes y de la tercera edad, duplicó con creces la de 2019, repuntando hasta los 2.600 millones de euros. Y esto irá a más. "Prevemos que este aumento de la inversión en activos residenciales se afiance en los próximos años", asegura CaixaBank Research. Entre sus razones se encuentra que la oferta de este tipo de activos es escasa en el mercado español, sobre todo cuando se compara con otros mercados europeos similares, y que la demanda de vivienda residencial en alquiler continúa aumentando de forma gradual, situándose en torno a los 4,3 millones de hogares en 2020, en torno al 23% del total.
Además, nuestro país se encuentra en un momento en el que las iniciativas 'build to rent' comienzan a extenderse, coincidiendo con el creciente interés por el lado de la demanda y la escasez de oferta, que han aumentado el atractivo del inversor por los activos residenciales. De hecho, están surgiendo iniciativas público-privadas para el aumento de la oferta de vivienda en alquiler que irán a más gracias al apoyo por parte de los fondos de recuperación europeos. En el lado opuesto, uno de los factores que limitan la inversión en el sector son las intenciones de controlar rentas e intervenir precios, considera la entidad.
VIVIENDA
¿Y qué pasará con la vivienda? "Esperamos que el sector inmobiliario también afiance su tendencia ascendente" gracias a un "contexto de recuperación económica". Como explican, la actividad en el mercado de la vivienda se está reponiendo razonablemente bien de la extraordinaria caída que experimentó el año pasado. Así, en los primeros meses de 2021, las compraventas de vivienda han repuntado notablemente. El precio de la vivienda, por su parte, ha acentuado la trayectoria de desaceleración que venía mostrando en 2019, "pero lo cierto es que su evolución durante la pandemia ha sorprendido por su resiliencia, particularmente los precios de vivienda nueva".
Así pues, el impacto de la crisis en el sector ha sido limitado y muy inferior al esperado inicialmente. Entre los factores que explican esta resistencia destacan una sólida posición de partida de los hogares, un mercado inmobiliario sin exceso de oferta y una contundente respuesta de política económica. Con todo, un segmento que sí se ha visto especialmente afectado durante la pandemia ha sido la demanda por parte de extranjeros, destaca el análisis de la entidad.