Niño Becerra: "Las deudas hay que pagarlas, y pagarlas cuando toca"

El economista Santiago Niño Becerra ha advertido que “las deudas hay que pagarlas, y pagarlas cuando toca”, además de abonar los intereses de las mismas. Así lo asegura en un artículo publicado en La Carta de la Bolsa.

En el texto, en el que el catedrático de estructura económica se refiere a una entrevista realizada al economista jefe del banco de inversión Nomura, el taiwanés Richard Koo, Niño Becerra asegura que “a no ser que cambien las normas, las deudas hay que pagarlas y pagarlas cuando toca, o refinanciaras si te dejan, y los intereses hay que abonarlos al segundo, si no pasan cosas”. Sin embargo, señala que “si Mr. Koo está pensando en que las normas deben ser cambiadas y debe ir pensándose en compensaciones de deuda y en quitas, eso sería otra cosa”.

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"Los intereses hay que abonarlos al segundo, si no pasan cosas"

Asimismo, el economista catalán señala que “desde 1930 se estaban dando dos crisis a la vez: una de subconsumo y otra de sobreproducción”. Tras una época, en los años 50 y 60, en la que “hacían falta más personas trabajando, y a tiempo completo, y remunerarlas suficientemente para que consumiesen”. Pasado ese ciclo, “ahora la generación de PIB ha quedado desvinculada de la demanda de trabajo, que es decreciente, y las reducciones de salarios son un modo de ganar competitividad”.

En tercer lugar, Niño Becerra reflexiona brevemente sobre las medidas que han llevado a cabo los bancos centrales para impulsar sus economías, una crítica a las palabras de Koo que considera “común a casi todos los economistas no europeos”. En este sentido, se pregunta “dónde estaría la economía” de Estados Unidos si “no imprimiese la moneda con la que se ha escrito la historia en estos últimos 70 años”. “¿Dónde hubiese acabado la potencia USA?”.

Así, el economista encuadra estas tres reflexiones “en el cambio de modelo que se está produciendo”. En este sentido, recuerda que “en 1960, el entorno económico, su decorado, nada tenía que ver con el de 1920; pienso que tenemos que pensar que el del 2030 nada tendrá que ver con el de 1990 o con el del 2006”.

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