Los sindicatos se oponen al nuevo plan de Garantía Juvenil
UGT y CCOO consideran que no hay que subvencionar al empleo
- Ambas organizaciones critican que se haya anunciado sin haberlo negociado
- Creen que el nuevo plan generará problemas de competitividad
- En català: Els sindicats s'oposen al nou pla de Garantia Juvenil
Actualizado : 13:35
Los sindicatos han señalado que se oponen al nuevo plan de Garantía Juvenil anunciado por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, porque consideran que no hay que subvencionar al empleo. CCOO y UGT señalan que esos 423 euros deberían pagarlos las empresas y no el Estado.
Ambas organizaciones creen que este tiempo de plan genera problemas de competitividad entre empresas y trabajadores. Además, han criticado que se haya anunciado sin haberlo negociado. “Creo que el Gobierno se ha precipitado”, ha asegurado el secretario general de UGT, Josep María Álvarez. Por su parte, el su homólogo en CCOO, Ignacio Fernández Toxo, “la ministra ha pensado que primero lo anunció y así no puedo dar marcha atrás”.
La ministra Báñez anunció el pasado jueves esta ayuda destinada a los jóvenes desempleados y que no estudien que tengan un contrato de formación. Los sindicatos consideran que esta medida consolida el crecimiento de un tejido productivo 'low cost', lastra la competitividad y genera dumping social.
UGT y CCOO han cargado contra esta medida durante la intervención de sus secretarios generales en el seminario La cuarta revolución. ¿Cómo afecta la agenda digital a la economía y a la industria? organizado en la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP) por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en Santander.
Tanto Fernández Toxo como Álvarez apuntan que la medida "no ha pasado ningún filtro más que el del partido Ciudadanos" y que "no es la vía para consolidar empleo joven ni de calidad".
El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, ha criticado que la iniciativa "subvenciona el empleo que no quieren pagar las empresas". "Estoy de acuerdo con la bonificación orientada a corregir problemas puntuales y situaciones excepcionales en determinados colectivos, pero cuando se utiliza de manera generalizada y, en este caso, el Estado va a pagar el 40% del salario que tendría que estar pagando la empresa, no estoy de acuerdo", ha añadido Toxo.
Por su parte, el secretario general de UGT, Josep María Álvarez, ha cuestionado que un joven que cumpla los requisitos para apuntarse al sistema de garantía juvenil pueda acogerse a la bonificación y que a otro con necesidad de empleo pero que no cumpla los requisitos no se le conceda, lo que promueve el "dumping entre los trabajadores". "Creo que el Gobierno se ha precipitado", ha afirmado Álvarez.
SIN AVANCES EN LA SUBIDA SALARIAL
Los sindicatos no han sabido decir en qué punto se encuentra la negociación sobre la subida salarial con el Gobierno y la patronal. El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, ha señalado que el acuerdo sobre la subida salarial que negocian patronal y sindicatos podría cerrarse "mañana mismo" con una sola llamada telefónica de las organizaciones empresariales, que "saben cómo tener el acuerdo".
Toxo ha calificado la negociación de "realmente atípica" y ha reconocido que "no hay una mesa de negociación en la que los interlocutores estén hablando". Además, ha asegurado que “unos días parece que está muy cerca, otros parece que estamos absolutamente alejados, jamás me he encontrado con una negociación de estas características".
Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha destacado la importancia de que el acuerdo con la patronal cumpla con los objetivos de los sindicatos, que proponen una banda de incremento salarial de entre el 1,8% y el 3%, frente a la horquilla del 1%-2% que propone la patronal.
"Si no conseguimos que el acuerdo sirva para desatascar el proceso de negociación colectiva y empezar a invertir esa tendencia que vivimos, no tiene el sentido que debe tener". "Ellos saben dónde están los puntos en los que podemos cerrar con éxito un acuerdo", ha explicado.
Álvarez también ha señalado que las dificultades de este proceso responden, en parte, a que están teniendo en cuenta a los colectivos más pequeños, en los que "la movilización es mucho más difícil, las organizaciones sindicales tienen menos peso y es más complicado que pueda incorporarse un aumento de salarios".