Lagarde usará el púlpito del BCE para urgir al acuerdo sobre el Fondo de la UE
El banco central pausará sus actuaciones y se tomará tiempo para estudiar los datos antes de inyectar más estímulos
Actualizado : 11:07
El Banco Central Europeo (BCE) dejará descansar su bazuca en la reunión de su Consejo de Gobierno de julio. Tras los pantagruélicos estímulos de los últimos meses, que han elevado el total de las compras de activos a 1,35 billones, la presidenta del supervisor monetario, Christine Lagarde, ha dado sobradas pistas de que el BCE pausará sus actuaciones por ahora. Y los analistas esperan que señale que es el turno de que los Gobiernos tomen cartas en el asunto y les urja a acordar un paquete de estímulos para reactivar la economía europea tras el confinamiento y en plena crisis por la pandemia.
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Sánchez juega su última carta para que el Fondo de la UE no nazca bajo otra 'troika'Circunstancialmente, la reunión del instituto emisor se celebra pocos días antes de la cumbre europea del 17 y 18 de julio en la que se debatirá la respuesta de la Comisión Europea, refrendada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de un Fondo de Recuperación de 750.000 millones -500.000 millones en forma de donativos y 250.000, de préstamos y todos los expertos coinciden en señalar que, como no se prevén cambios en el rumbo del banco central, “la verdadera atención se centrará en Lagarde, que utilizará la rueda de prensa para animar a los líderes políticos europeos a configurar el plan de apoyo a la economía”, apunta Paul Diggle, economista senior de Aberdeen Standard Investments.
Asimismo, los analistas también aducen a la recueperación económica que “parece muy fuerte por ahora”, indica Diggle, para sostener su argumento de que “es poco probable” que el BCE dé ningún otro paso en su cónclave de este jueves. En primer lugar, la recuperación, impulsada por el consumo, ha sido más intensa de lo esperado: el índice de los gestores de compras (PMI) para la industria manufacturera en la zona euro se situó en el 47,4% en junio, frente al 39,4% en mayo, mientras que el índice de servicios alcanzó el 48,3%, comparado con el 30.5% en mayo.
Por otra parte, la tasa de crecimiento interanual del agregado monetario amplio M3 fue del 8,9%, en comparación con el 8,2% de abril. “Esto confirma la efectividad de la política de concesión de créditos y la fluidez en la transmisión de la política monetaria”, explica Franck Dixmier, Director de Inversiones Global de Renta Fija de Allianz Global Investors. Finalmente, la contracción de los diferenciales de crédito confirma un mercado de crédito activo.
Pero estos hechos no deben ser excusa, matiza Dixmier, para que el banco evite reafirmar la postura acomodaticia que ha tomado hasta ahora en respuesta a la pandemia del coronavirus. “El BCE puede estar satisfecho de la gran mejora de las condiciones financieras en la zona euro”, sostiene, “sin embargo, ante la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, en los países comunitarios y en el mundo, que ponen en duda las perspectivas de crecimiento y la economía global, el banco central debe permanecer alerta y reiterar su capacidad de hacer más si es necesario”.
El contexto, en definitiva, sigue caracterizándose por la incertidumbre en torno al desarrollo de la pandemia, lo que genera dudas sobre las perspectivas de crecimiento y la economía global en general. De hecho, los expertos de Berenberg prevén que “el ritmo de la remontada se ralentice en los próximos meses”, ya que tanto los hogares como las empresas volverán “paulatinamente a los niveles de gasto previos a la alerta sanitaria”, arguyen.
Además, los índices de inflación y las perspectivas de inflación siguen siendo extremadamente bajos. La tasa de inflación anual en la zona euro (IPC) se ubica en 0,3%, el IPC subyacente en 0,8% y las expectativas de inflación permanecen en niveles históricamente bajos con un indicador de intercambio a 5 años en 1,10% en junio.
Por lo tanto, “anticipamos una extensión del Programa de Compra de Emergencia frente a la Pandemia (PEPP) en otoño para satisfacer las considerables necesidades financieras de los gobiernos en 2021, que debería alcanzar los 1,1 billones de euros dentro de la zona euro en 2021. El PEPP, ya extendido en la reunión anterior el 4 de junio, debería extenderse hasta 2022”, concluye Dixmier.