La salida de empleados del ERTE suaviza la caída del coste laboral en un 1,1%

El coste laboral medio mensual por trabajador cayó un 1,1% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2019, hasta colocarse en 2.525,41 euros, moderando en más de siete puntos el severo retroceso anual del segundo trimestre, cuando se vivió la mayor caída en 20 años (-8,3%), según ha informado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El organismo ha achacado el descenso del coste laboral a la menor disminución de las horas trabajadas en el tercer trimestre ya que, tras concluir el estado de alarma, muchos empleados que estaban entre abril y junio en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), retomaron sus actividades en los meses de verano.

Así, el Instituto comenta que los trabajadores afectados por ERTE, pese a formar parte de la plantilla de sus empresas, no son remunerados con salarios sino con prestaciones enviadas directamente por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y, en algunos casos, complementadas por las propias empresas. Asimismo, las cotizaciones sociales a cargo de los empleadores de estos trabajadores y de los que se reincorporan a la actividad están exoneradas en su mayor parte.

El coste laboral está compuesto por el coste salarial y otros costes. Entre julio y septiembre, el coste salarial, que conforma todas las remuneraciones, descendió un 0,9% interanual, situándose en 1.859,1 euros por trabajador y mes. Los otros costes, no salariales, sumaron en el tercer trimestre 666,29 euros, con un descenso interanual del 1,5%.

En el tercer trimestre, la jornada semanal media pactada, considerando conjuntamente tiempo completo y tiempo parcial, fue de 34,8 horas. De ahí se perdieron 8,5 horas a la semana, de las cuales 1,7 horas no se trabajaron por razones técnicas, económicas, organizativas, de producción y/o fuerza mayor, incluyendo el tiempo no trabajado de los trabajadores afectados por ERTE.

El coste laboral por hora efectiva se incrementó un 4% en tasa anual entre julio y septiembre debido al menor número de horas trabajadas por la pandemia del coronavirus en relación al mismo periodo del año precedente.

En términos intertrimestrales (tercer trimestre sobre segundo trimestre) y en valores corregidos de estacionalidad y calendario, el coste laboral por trabajador se disparó un 8,4%, aunque el coste por hora efectiva retrocedió un 6,4%.