La producción industrial se dispara en septiembre pese a la tensión en Cataluña

La producción manufacturera, pese a todos los augurios de bancos de inversión, expertos y patronales, aún no se resiente por la tensión política entre Cataluña y el Estado. De hecho, en septiembre la industria incrementó el crecimiento de su producción hasta máximos de tres meses, según el indiciador PMI de la consultora Markit.

El índice se elabora a partir de encuestas a los gestores de compras de las empresas. Con un nivel superior a 50 implica crecimiento, mientras que por debajo de este número supone un retroceso en la actividad. Durante el mes de septiembre, según la primera estimación de Markit, el PMI manufacturero español se situó en 54,3 puntos, muy por encima de los 52,4 puntos. Se trata de máximos de tres meses y un fuerte crecimiento respecto a agosto, cuando bajó a mínimos de 12 meses. Además, el dato supera las expectativas del consenso de analistas de Reuters, que se quedaba en 53 puntos.

"El crecimiento en el sector manufacturero español se aceleró en septiembre en medio de incrementos de la demanda del cliente", apunta Markit. Así, esta expansión revertió la tendencia de menos mejoras en las condiciones empresariales. "Los encuestados informaron de una mayor demanda del cliente y algunos de ellos destacaron el incremento de los pedidos para exportaciones", expresa la consultora. El crecimiento de la producción acumula ya 46 meses consecutivos.

Las fábricas respondieron a este incremento de la demanda con más empleo. Es decir, aumentaron sus plantillas para elevar su capacidad. "De hecho, la tasa de creación de empleo se aceleró, y fue fuerte", señala Markit. Por otro lado, esta tendencia implicó un alargamiento de los plazos de entrega, aunque fue el aumento más lento en ocho meses, debido a la escasez de materiales por parte de los proveedores. Esta escasez "podría actual como una restricción en el crecimiento si las empresas no pueden acceder con facilidad a los materiales que necesitan", advierte Andrew Harker, director asociado de IHS Markit.

Tanto la escasez de suministros como el impulso de la demanda contribuyeron a un aumento de los costes, lo que se reflejó en el mayor incremento de la inflación desde abril. Los fabricantes también sufrieron un encarecimiento de las materias primas, en especial del acero. Los precios de los productos finales también repuntaron, como vienen haciendo en los últimos 12 meses.