La libra vuelve a colocarse bajo el foco y el dólar no pierde el pulso

La libra pide paso. Una semana llena de datos macroeconómicos, entre los que destaca la publicación del PIB y del IPC, ha provocado que los inversores centren su atención en la divisa británica en un momento en que el dólar sigue bien apuntalado por las perspectivas macro, la Reserva Federal y los tipos de interés del bono a 10 años. Y las ventas han arrastrado a la moneda de Reino Unido a mínimos de cinco meses, desde donde trata de recuperarse.

Este lunes, el cable (como se conoce a la libra/dólar) cedió hasta su peor cambio desde el 27 de diciembre, en los 1,3391 dólares, que se ha convertido también en su precio más bajo de este 2018. Y aunque ha remontado hasta los 1,3491 dólares, se mantiene cotizando en la franja de los 1,3450 dólares.

El auge del dólar, que sigue con su rally de 2018, gracais al que ya se ha convertido en una de las moneda con mejor desempeño en lo que va de año, unido a la creciente convicción entre los inversores de que el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) no subirá tipos en los próximos meses, pesan sobre la moneda británica. Eso, sin olvidar las negociaciones sobre el Brexit, que no abandonan el radar de los operadores y que se reanudan este martes en Bruselas.

En el corto plazo, el declive del lunes fue consecuencia de que el dólar recibió nueva gasolina para su auge tras el anuncio de que EEUU y China han llegado a una tregua en su guerra comercial. Pero también porque el mercado contiene el aliento antes de conocer, este miércoles, cómo han evolucionado las presiones inflacionarias en el reino unido. El consenso está en que en abril caiga una décima respecto a la lectura de marzo, mientras que se prevé que la economía se haya expandido en el primer trimestre una décima por encima de sus datos anteriores.

A todo esto hay que añadir la comparecencia de varios miembros del BoE esta mañana ante el Parlamento británico, incluído su gobernador, Mark Carney, quien ha insistido en la influencia de "factores temporales" que justifican una más lenta retirada de los estímulos. No obstante, Carney ha recordado la intención del BoE de volver a la senda de la normalización de manera gradual y continua, algo para lo que los agentes económicos deben estar preparados. Pero no ha dado pistas de cuándo piensa incrementar el precio del dinero.

Del desempeño de los datos depende que el banco central suba o no tipos en agosto. "Los mercados han perdido la fe y la convicción sobre el ajuste de la política del Banco de Inglaterra y ahora ponemos un gran énfasis en los datos del Reino Unido para orientar las expectativas", explica analista de ING FX Viraj Patel. El experto espera que la libra siga sufriendo esta semana.

EL EURO, POR DEBAJO DE LOS 1,18 DÓLARES

En cuanto al cruce rey del mercado de las divisas, el euro/dólar, técnicamente es bajista en términos de medio plazo. "Rebotes puntuales aparte lo cierto es que el euro/dólar no presenta soportes importantes hasta la zona de los 1,1550 dólares", señala José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.

La moneda comunitaria sigue muy presionada por el desarrollo de los acontecimientos políticos en Italia, donde la nueva coalición de Gobieno ha designado como primer ministro a Giuseppe Conte. Con todo, la divisa trata de mantenerse por encima de los 1,18 dólares, donde los analistas de Danske Bank esperan que se mantenga durante esta semana. El dólar ha cedido algo de terreno tras sus máximos del lunes y esperan estos expertos que no se produzcan grandes vaivenes hasta la publicación, el miércoles, de las actas de la última reunión de la Reserva Federal (Fed).

El retroceso del 'billete verde' ha dejado avances en el yen, que remonta hasta los 110,80 yenes y ha enviado un balón de oxígeno a los emergentes. El real y el peso argentino se distancian de sus recientes mínimos históricos y el rupia indonesia también remonta desde sus mínimos de 31 meses. La lira turca sigue muy deprimida cerca de su peor cambio jamás visto de este lunes en los 4,50 dólares.