La libra ha descontado que May fracase en la votación del Parlamento

La libra es la gran protagonista de la semana en el mercado de las divisas, cuando el Brexit entra en unas jornadas cruciales, a las puertas de la votación en el Parlamento británico del acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas. Los analistas coinciden en señalar que la divisa ha descontado completamente que May fracase en el trámite parlamentario y se mantiene con pocos cambios en la zona de los 1,2830 dólares.

Con todo, la moneda ha retrocedido desde los máximos de siete semanas, después de protagonizar un rally espoleada por las expectativas de que el país solicite una prórroga del Artículo 50 del Tratado de la Unión Europea. Aunque no se descartan otros escenarios como una salida caótica, un nuevo referéndum o que el acuerdo sea aceptado por la Cámara de los Comunes en una segunda vuelta.

Por su parte, May todavía se aferra obstinadamente a su plan, a pesar de la abrumadora oposición que recibe y mantiene su mensaje de que si la votación fracasa este martes, es más probable que el Reino Unido permanezca en la UE que se produzca un Brexit sin acuerdo.

En Bruselas esperan que el Reino Unido solicite un período de gracia, probablemente más allá de julio, en cuanto se conforme la derrota de la premier, que se estima hasta en 200 votos. Esta extensión dependerá del motivo de la solicitud: se podría otorgar una prórroga más larga si se plena un segundo referéndum y más corta si lo que se busca es una nueva tramitación del acuerdo.

Los expertos de MUFG Bank apuntan a que "hay un margen para un aumento de la libra en los próximos meses si se evita un Brexit sin acuerdo a finales de marzo". "Unas nuevas elecciones generales siguen siendo poco probables, incluso si el Partido Laborista finalmente propone una moción de censura", señalan.

EL YUAN ACABA CON SU RACHA

La actualidad en los principales cruces también pasa por el yuan. La divisa china ha roto su rally que la ha llevado a máximos de cerca de cinco meses contra el dólar, tras conocerse los datos de la balanza comercial de la segunda economía del mundo que han decepcionado, alimentando los temores de ralentización del crecimiento global.

La debacle de la divisa china también ha arrastrado las divisas del Pacífico que ceden contra el dólar.