Italia, la nueva 'casa de los líos' tras Francia: euroescepticismo y problemas con la banca

Si en algo ha habido unanimidad en los mercados estos últimos días es que el foco de tensión política que suponían las elecciones francesas se ha relajado después del resultado en las urnas de la primera ronda de los comicios. Pendientes aún de lo que pase en la segunda vuelta del 7 de mayo, todo apunta a que el candidato de ¡En Marcha!, Emmanuel Macron, será el octavo presidente de la V República. Salvo sorpresas de última hora, el fantasma del ‘Frexit’ se ha disipado y ya empieza a ocupar su lugar en la lista de asuntos que preocupan a los economistas, Italia. El país transalpino vuelve al radar de los expertos con una peligrosa combinación de inestabilidad política, apoyos a los partidos euroescépticos, que superan el 40% en las encuestas, el irresoluble problema del lastre de la banca y unos niveles récord de deuda pública, que supera el 130% del PIB.

Por si esto fuera poco, la posibilidad de un adelanto electoral a otoño, en un momento en el que el Movimiento Cinco Estrellas del humorista Beppe Grillo -que propone sacar al país del euro- lidera los sondeos, proyecta, una vez más, una sombra de amenaza sobre la Eurozona y la Unión Europea (UE) que podría encontrar en Italia la mina que hiciera saltar por los aires todo el proyecto europeo. La política de la tercera economía del continente vuelve a la primera plana con la celebración de las primarias abiertas del Partido Democrático (PD) este domingo, 30 de abril, donde se espera una aplastante victoria del exprimer ministro, Matteo Renzi. Analistas de Barclays prevén que se erija como candidato de la fuerza de centro-izquierda, con más del 70% de los apoyos. “Los otros dos contendientes, el ministro de Justicia, Andrea Orlando, y el gobernador de la región de Apulia, Michele Emiliano, ocupan unas distantes segunda y tercera posiciones y parece poco probable que puedan plantar cara a Renzi”, afirman.

La política italiana vuelve a la primera plana con la celebración de las primarias abiertas del Partido Democrático (PD), donde se espera una aplastante victoria del exprimer ministro, Matteo Renzi

Para estos expertos, el proceso de primarias arrancará la precampaña electoral de los comicios que están previstos para la primavera de 2018. Pero antes todavía se debe sacar del complejo tablero de la política del ‘viejo continente’ a la candidata de la ultra-derecha francesa, Marine Le Pen. Con el 60% de apoyos en las encuestas, parece claro que Macron vencerá a Le Pen, a pesar de que la candidata del Frente Nacional ha avanzado en intención de voto en los últimos días. Pero si se cumple el guión, la derrota de la ultra-derecha en Francia repercutirá negativamente en otros movimientos anti-europeístas que recorren Europa para Pablo García Gómez, director General Carax-AlphaValue.

“Las presidenciales galas han dejado claro, en su primera vuelta, el apoyo al euro y a la esperanza de que Francia sea convierta en una economía más abierta. Esto son buenas noticias para los demócratas italianos ya que reduce las posibilidades de que los partidos extremistas dominen las próximas elecciones”, señala García Gómez, quien también confía que “las reformas vayan ganando terreno en Italia y la efervescencia del populismo pueda ir perdiendo fuerza”. No sólo es Francia, en Holanda el líder del xenófobo Partido por la Libertad, Greet Wilders, también veía sus aspiraciones frenadas en las elecciones de marzo y en Alemania, la próxima cita con las urnas en Europa, la fuerza de la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) se desinfla en los sondeos de principios de abril. A poco menos de cinco meses para las elecciones al Bundestag, el partido xenófobo conseguiría un 8% de los apoyos.

ITALIA, DOMINADA POR LOS EUROESCÉPTICOS PERO CON POCAS OPCIONES DE ‘ITALEXIT’

Pero en Italia soplan otros vientos. Según un reciente sondeo del Eurobarómero, sólo el 41% de los italianos creen que el euro “es algo positivo”, frente al 47% que lo ven como “algo negativo”. Esto explica el respaldo superior al 30% que obtiene el Movimiento Cinco Estrellas entre el electorado lo que lo sitúa en una destacada primera posición, por delante del PD, que cuenta con el 26,5% de los apoyos. La fuerza anti-sistema liderada por Grillo quiere, al igual que Le Pen, llevar a cabo un referéndum sobre la permanencia del país transalpino en el euro si logra gobernar.

Sólo el 41% de los italianos creen que el euro “es algo positivo”, frente al 47% que lo ven como “algo negativo”

Pero expertos consultados calman los ánimos: aunque este movimiento obtuviera una amplia representación en el Parlamento, es poco probable que derivara en una “coalición de gobierno viable”, señala Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco. Según este experto, aunque los euro-escépticos sumaran una mayoría en la cámara Italiana, suponiendo que la Liga Norte de Matteo Salvini lograra trasladar el 12% de intención de voto del electorado a los resultados en las urnas, “es altamente improbable que esto se tradujera en un gobierno en Italia que favoreciera el ’Italexit”.

Además, el Movimiento Cinco estrellas “no quiere saber nada de pactos con lo que despectivamente llaman ‘la casta”, comenta el profesor de relaciones internacionales en la Universidad Europea de Madrid, Pablo Martín de Santa Olalla, “y la Liga Norte es ‘casta”, agrega. Así, el pacto entre estas dos fuerzas es inviable porque “aunque Cinco Estrellas es un movimiento transversal, que recoge votos tanto a izquierda como a derecha, tiene una clara tendencia a ocupar el espacio de izquierda y abomina del discurso xenófobo y racista de la Liga Norte”, argumenta Martín de Santa Olalla. Por otra parte, las tesis de ambas fuerzas contra la UE son diferentes, remarca el profesor de la Universidad Europea de Madrid. La fuerza anti-sistema “critica, ante todo, las políticas de austeridad, mientras que la Liga Norte quiere un radical cierre de fronteras (abandonar espacio Schengen, al igual que Le Pen) y expulsiones en masa de inmigrantes en situación irregular”, explica. “Así que no veo a los de Grillo pactando con los de Salvini”, sentencia Martín de Santa Olalla.

En este contexto, también descarta el experto en relaciones internacionales el ‘Italexit’. “A día de hoy, lo más posible va a ser un acuerdo de gobierno entre el PD y la coalición de derechas. Si por Renzi fuera, incluiría solo a la derecha de Giorgia Melloni (los Hermanos de Italia) y Fuerza Italia, dejando fuera a la Liga Norte. Pero todo dependerá de los números para lograr una mayoría en las dos cámaras, particularmente en el Senado, donde, si no se cambia la ley electoral, resulta especialmente difícil lograr una mayoría estable”, aclara.

REFORMA ELECTORAL Y ADELANTO DE ELECCIONES

Precisamente en la reforma del ‘Italicum’, como se denomina la legislación vigente en el país transalpino para regular los comicios, ponen el acento los economistas de Danske Bank, que vinculan la profunda revisión de los sistemas de votación para la cámara alta y baja del Parlamento italiano -el Senado y la Cámara de los Diputados- a la convocatoria de elecciones. “El presidente Sergio Mattarella ha indicado que sólo disolverá el Parlamento cuando esté seguro de que se evitará la parálisis política y esto sólo ocurrirá cuando se aborde la reforma de la ley electoral”, afirman estos expertos.

El presidente Sergio Mattarella ha indicado que sólo disolverá el Parlamento cuando esté seguro de que se evitará la parálisis política

Actualmente, el gobierno del primer ministro Paolo Gentiloni sigue trabajando en alguna forma de representación proporcional que podría garantizar una mayoría estable a cualquier partido o coalición que obtenga el 40% de los votos, pero señalan los analistas del banco de inversión danés que tiene pocas opciones de ver la luz antes del segundo trimestre de 2017, por lo que un adelanto electoral antes de septiembre de 2017 parece “poco probable por ahora”. Además, resaltan desde Danske Bank otra cuestión: si el gobierno no acaba su mandato, “los actuales diputados perderán el derecho a percibir generosas pensiones”, en consecuencia apuestan porque el actual gobierno trate de agotar su mandato actual hasta marzo de 2018.

Economistas de Barclays apoyan esta visión, pero no descartan una convocatoria en otoño de este año si, además de aprobarse los cambios en el ‘Italicum’, “la evolución de las encuestas electorales a nivel nacional envía señales de mejora al Partido Democrático”. Martín de Santa Olalla, opina que Renzi necesitará que se llame a la ciudadanía a las urnas “cuanto antes porque, con Berlusconi inhabilitado para ejercer cargo público, no tiene ningún rival de entidad: ni Grillo, ni Giorgia Meloni (Hermanos de Italia), ni Salvini, ni quien se presente por Forza Italia (seguramente Stefano Parisi)”.

Además, el profesor de la Universidad Europea de Madrid saca otro tema a relucir: “Si el Gobierno de Gentiloni aborda con decisión el proceso de saneamiento de los bancos, entonces el PD podría pagar el precio del malestar ciudadano”.

EL OTRO PUNTO CALIENTE: LA BANCA

Ante las escasas probabilidades de que se imponga en las salas de poder de Roma una coalición de gobierno que amenace el proyecto europeo, los bancos de Italia son la verdadera preocupación del mercado. Las 12 principales entidades bancarias del país perdieron más de la mitad de su valor en el mercado de acciones en 2016. No olvidemos que están en juego 360.000 millones de euros prestados en créditos por los bancos -el equivalente a una quinta parte de la producción económica del país transalpino- y que “casi la mitad se considera de cobro directamente imposible, con lo que las pérdidas las habrían de asumir accionistas y bonistas”, recuerda Martín de Santa Olalla. Y “aunque este problema se generó en tiempos de Berlusconi sobre todo en los años 2009 y 2011, lo pagaría el Gobierno actual, y eso es lo que Renzi quiere a toda costa impedir, ya que él va a ser casi seguro el candidato”, insiste el profesor de relaciones internacionales.

Si el Gobierno de Gentiloni aborda con decisión el proceso de saneamiento de los bancos, entonces el PD podría pagar el precio del malestar ciudadano

El foco está en la Banca Monte dei Paschi di Siena, una institución de 544 años de antigüedad, el tercer banco del país, que encarna todos los males que han asolado el sistema bancario italiano. El rescate de 8.800 millones de euros que ha respaldado ya el ejecutivo de Gentolini está pendiente de que se materialice el acuerdo de la entidad con Bruselas y el Banco Central Europeo (BCE) sobre el plan de reestructuración del banco. Para Pablo García Gómez las recapitalizaciones de esta entidad o de Unicredit “son un primer paso, aunque aún no suficiente”. “La reestructuración del sector bancario italiano llega tarde y eso ha empeorado las posibilidades de inyecciones de capital extranjero, aunque recientemente hemos visto que Credit Agricole podría comprar tres cajas de ahorro italianas. Lejos quedan las batallas de BNP Paribas y BBVA por BNL. ¡Qué tiempos aquellos!”, rememora el director General de Carax-AlphaValue.

Pero a pesar de la endémica situación de la entidades italianas, los expertos consultados también descartan acabe en desastre. Léon Cornelissen no cree que derive en una crisis sistémica porque “todos las instituciones europeas implicadas son muy conscientes del problema” que, bajo el punto de vista del economista jefe de Robeco, se solucionará simplemente “inyectando más capitales y, además, sin usar las nuevas y duras normas europeas de fianza o, al menos, no en su totalidad”. Así pues, los miedos que despierta Italia están lejos, por ahora, de acabar en tragedia.