Italia es la mina que puede hacer estallar la unión bancaria de la Eurozona
El economista Jeromin Zettelmeyer identifica el actual gobierno del país transalpino como el principal riesgo para concluir este proyecto europeo
- González de Páramo: "Para culminar la unión bancaria hay que desvincular el bono soberano y los bancos"
Actualizado : 13:46
La enésima tormenta que Italia ha desatado sobre los países del euro no aminora. Los planes de déficit presupuestario del Gobierno populista del Movimiento Cinco Estrellas y La Liga Norte siguen preocupando a los mercados, disparando el rendimiento de los bonos y pesando sobre la moneda única. Pero el problema no caba aquí ya que el Ejecutivo populista “aumenta el riesgo de una nueva crisis a corto y medio plazo”, advierte Jeromin Zettelmeyer, del Peterson Institute for International Economics. Y pone en jaque la culminación de las reformas en marcha.
Justo cuando Europa puede respirar tranquila y mirar por el retrovisor una década de recesión que se da por casi cerrada -con permiso de Grecia-, el ascenso al poder en la tercera economía de la Eurozona de una coalición que no esconde su animadversión por el proyecto europeo, la coloca de nuevo ante el precipicio. Así se ha expresado quien también fue director general de Política Económica del Ministerio de Economía alemán entre 2014 y 2016, durante el ciclo de conferencias sobre el décimo aniversario de la fallida de Lehman Brothers del Cercle d’Economia de Barcelona.
El mayor riesgo que identifica Zettelmeyer es que el tándem Luigi Di Maio y Matteo Salvini no concedan a la zona euro el grado de cooperación imprescindible para proseguir con las profundas reformas que debe acometer el euro y que tienen como horizonte 2025. “Los populismos generan más tensiones macroeconómicas que pueden desencadenar otra crisis y dificultar que esta se solucione”, lamenta el economista que también formó parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Y agrega que “Europa está más dividida actualmente que antes de la crisis” porque “todo el mundo está de acuerdo en que la remodelación que se ha llevado a cabo no está completa, pero nadie alcanza un consenso sobre qué se tienen que hacer para concluirla”.
Para el experto en la crisis de la Eurozona, el país transalpino impide, en estos momentos, el progreso de la unión bancaria porque se ubica en las antípodas de lo que quiere Alemania. Italia rechaza el ‘quid pro quo’ mínimo que pide el Gobierno germano para establecer una garantía de depósitos europea -uno de los puntos a desarrollar-, explica, que “no es otro que la reducción de la exposición de la banca a la deuda pública de los países de la zona euro”.
González Páramo: en la Eurozona “rezuma una desconfianza absoluta” porque “todos creen que se quieren robar la cartera unos a otros”
José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo de BBVA, por su parte, ha reclamado que se culmine el proyecto bancario y que se cumpla el compromiso de 2012: “Desvincular el riesgo soberano y los bancos”. No obstante, ha puesto de relieve las dificultades para su avance ya que entre los miembros del club europeo “rezuma una desconfianza absoluta” porque “todos creen que se quieren robar la cartera unos a otros”.
EL MECANISMO ÚNICO DE RESOLUCIÓN Y EL FONDO DE GARANTÍAS, PENDIENTES
Junto a Teresa García-Milà, Directora de la Barcelona Graduate School of Economics y a la consejera del Banco de España, Núria Mas, ambos expertos han coincidido en señalar que es imprescindible completar las dos patas pendientes de la reforma de las entidades financieras europeas. Que son: el Mecanismo Único de Resolución, con la dotación de más fondos y la creación de un fondo de garantía de depósitos para la Unión Europea; ambos se unirán en el futuro a los dos pilares ya existentes: el nuevo marco regulatorio y el Mecanismo Único de Supervisión y culminarán un proceso que, según González de Páramo está “a medio cocinar”.
De los dos puntos pendientes, los expertos han coincidido en señalar que es el sistema de garantía de depósitos donde se hallan atascados los socios europeos por la “mutualización del riesgo”, subraya García-Milà. El debate se ha estancado en el hecho de “compartir el riesgo de la deuda en los bancos, primero, y ayudar a reducirlo, después, o empezar con una reducción y compartirlo cuando este haya disminuido”, incide por su parte Mas, quien se muestra optimista de los progresos alcanzados porque “la existencia de estos mecanismos ya reduce el riesgo”.
El antagonismo Italo-germano en este aspecto hace casi imposible, para Zettelmeyer, que haya progresos en la unión bancaria o la reforma fiscal de la Unión Europea en la cumbre de diciembre. Y anticipa que será después de las elecciones europeas cuando “se abrirá una ventana de oportunidad”, aunque no ha escondido su temor a los resultados de estas elecciones, por el auge de los movimientos ‘ultra’ en el ‘Viejo Continente’.
Con todo, los economistas reunidos en Barcelona han convenido que las reformas deben seguir avanzando antes de que llegue una nueva sacudida, que el economista del Think Tank ha asegurado que “se da por sentado”, teniendo en cuanta que, por ejemplo el asunto griego “volverá a aflorar en cinco o diez años”. Además, “Europa debe hacer las cosas cuando no hay crisis para no desgastar más la confianza en el euro”, ha expresado González-Paramo, a modo de colofón.