¿Ignorará el Banco de Inglaterra el Brexit y subirá tipos en verano?
Los expertos apuntan a un tono más 'hawkish' y a un incremento del 0,25% en agosto
Actualizado : 09:35
El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) celebra su reunión de mayo con el mismo grado de incertidumbre que se respiraba en su cónclave de marzo, cuando la Unión Europea (UE) y el Reino Unido se habían emplazado a finalizar su matrimonio de más de 45 años. Los analistas coinciden en señalar que la prórroga pactada con la UE poco cambia el panorama para el instituto emisor. No obstante, algunas firmas indican que las condiciones económicas hacen pensar en un incremento de tasas en 2019.
La unanimidad es absoluta entre los expertos consultados, que esperan que el BoE deje los tipos sin cambios en la reunión de este jueves. No obstante, difieren sensiblemente sobre cuándo podría darse el siguiente incremento en las tasas de interés. Mientras algunas firmas apuestan porque el situación se prolongue hasta 2020, "por la ralentización económica global y la amenaza de recesión en EEUU", otros analistas subrayan que el país "está listo para un incremento modesto del precio del dinero", según Bereberg.
La última subida fue en agosto de 2018, cuando se ubicaron en el 0,75%, máximos desde 2009. Y los analistas de la entidad germana fijan la fecha para el siguiente paso en la normalización monetaria del supervisor británico precisamente un año después, en el mismo mes de 2019. "El BoE probablemente preferiría esperar hasta que se resuelva el Brexit para evitar añadir más leña al fuego del clima actual de incertidumbre", señalan, pero "la excelente marcha del mercado laboral, el crecimiento de los salarios y el aumento sostenido de la inflación" pesan sobre el banco central. Por lo tanto, "el gobernador del BoE, Mark Carney, podría insinuar otra subida en el octavo mes del año, incluso aunque el Brexit siga son resolverse", argumentan.
No obstante, el Comité de Política Monetaria de la entidad puede ver la prórroga de Brexit como una permanencia de las incertidumbres que afronta la economía del Reino Unido y, por lo tanto, prever que aumentan las presiones. "Si bien el crecimiento del primer trimestre fue probablemente más fuerte de lo que se esperaba, el comité probablemente lo atribuirá a factores especiales", indica Howard Archer, economista jefe de EY ITEM Club.
En este sentido, "el debilitamiento de la economía mundial y las perspectivas inciertas podrían reforzar la cautela del BoE", prosigue el experto. De hecho, Archer cree que el panorama actual favorece que el Banco de Inglaterra mantenga tipos todo 2019", aunque no descarta por completo una subida de 25 puntos básicos durante el verano.
Ve posible este movimiento "si la economía del Reino Unido se muestra resiliente en los próximos meses", comenta. "También es posible que el Banco de Inglaterra pueda elevar las tasas de interés más adelante en el año si el Reino Unido termina dejando la UE mucho antes del 31 de octubre y la economía muestra signos de recuperación", prosigue. Aun así, advierte que el banco central "puede preferir la precaución y esperar a que haya más evidencias de una mejora de la actividad económica y que estas sean sostenidas".
En cambio, se muestra seguro de que habrá por lo menos dos incrementos en 2020, "lo que los llevará hasta el 1,25% a fines del próximo año". Eso sí, Archer pone el acento en que "Es más probable que el BoE reduzca las tasas de interés en caso de un Brexit sin acuerdo, lo que dejará un impacto significativo en la actividad económica".
PROYECCIONES DE CRECIMIENTO E INFLACIÓN
Este mes de mayo, el BoE también presenta sus proyecciones de inflación y crecimiento. Al respecto, las casas de análisis indican que el impulso económico de Reino Unido se ha mantenido moderado pero estable desde el último informe de febrero. Desde Berenberg prevén que el organismo regulador prevea una caída del desempleo en un 0,1% o 0,2% en los próximos meses "mientras que la inflación y las perspectivas del PIB se mantendrán casi sin cambios".
En su comunicado, la entidad probablemente se centrará en el hecho de que, debido a la inesperada incertidumbre relacionada con la demora de seis meses en el divorcio con la UE, los riesgos para la perspectiva económica son más altos de lo habitual, tanto al alza como a la baja. "El desenlace (Brexit rígido, Brexit semisuave o blando, o ningún Brexit) y el tiempo que se tarde en llegar a él tendrán una gran influencia en la evolución de la economía del Reino Unido y la trayectoria de la política del BoE", concluyen desde Berenberg.