Guindos alcanza la vicepresidencia del BCE tras la retirada de Lane
Luis de Guindos relevará al portugués Vítor Constancio como 'número 2' en junio
- El Eurogrupo hace oficial que el español queda como único candidato
- El Consejo Europeo ratificará la decisión los días 22 y 23 de marzo
- España recupera su sitio en el Comité Ejecutivo del BCE seis años después
- En català: Guindos arriba a la vicepresidència del BCE després de la retirada de Lane
Actualizado : 12:17
Ya es oficial. Luis de Guindos es el candidato oficial del Eurogrupo para convertirse en el primer vicepresidente español en la historia del Banco Central Europeo (BCE) a partir de junio. La renuncia de Philip Lane ha despejado el camino por completo al aún ministro de Economía.
España ya tiene lo que quería: recuperar su silla en el Comité Ejecutivo del BCE. Luis de Guindos ya tiene lo que quería: la vicepresidencia del BCE. Y el BCE ya tiene lo que no quería: un ministro que salta de manera directa del Eurogrupo al banco central.
Tal como se esperaba, el aún ministro de Economía español sale como único candidato oficial del Eurogrupo, el foro que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona, para ser el nuevo número 2 de la institución monetaria desde junio, cuando caducará el mandato del actual vicepresidente, el portugués Vítor Constancio. Allí, entre los 'suyos', puesto que como actual ministro de Economía sigue siendo el representante español en el Eurogrupo y estuvo en Bruselas -aunque a última hora se decidió que quien iba a entrar en el Eurogrupo en caso de votación iba a ser la secretaria del Tesoro, Emma Navarro-, Luis de Guindos ha asistido en primera persona a la retirada de su rival, el irlandés Philip Lane.
Consciente de que España lo tenía atado y bien atado, el irlandés se ha 'ahorrado' el trance de la votación en el Eurogrupo y ha reforzado su posición para ser alguien importante en el BCE desde 2019
Consciente de que Guindos lo tenía hecho por los apoyos con los que contaba, con Alemania y Francia a la cabeza, y de que el año que viene podrá aspirar a otro puesto 'goloso', como el de economista jefe del BCE cuando venza el mandato del belga de origen alemán Peter Praet, Lane ha dejado el camino libre al español. Con esta admisión de la realidad, es decir, de que España lo tenía atado y bien atado para alcanzar la vicepresidencia, el irlandés se ha 'ahorrado' el trance de la votación en el Eurogrupo y ha reforzado su posición para ser alguien 'importante' en el BCE desde el próximo año.
España regresa así al directorio del BCE, compuesto por seis miembros y en el que nuestro país había tenido hasta la fecha dos representantes, Eugenio Domingo Solans (1998-2004) y José Manuel González Páramo (2004-2012). De este modo, recupera peso e influencia en las zonas nobles, en los pasillos y los despachos donde se 'cuecen' las cosas en la Eurozona, tras años de reveses en este terreno. Y, por último, reinstaura el pacto no escrito según el cual las cuatro grandes potencias de la región, como son Alemania, Francia, Italia y España, siempre ocuparían un sitio en el Comité Ejecutivo del BCE.
Como el propio Guindos escribió en su libro, 'España amenazada', y como reconoció también en la rueda de prensa en la que su candidatura se hizo oficial, España no logró relevar a González Páramo con otro representante español en 2012 por la crisis económica y financiera en la que estaba sumida. "Estaba claro que nos bajaban, por lo menos, a la segunda división", lamentaba Guindos en su libro sobre la imposibilidad de retener esa silla. Ahora España logra el ascenso con él como protagonista.
SIGUIENTES PASOS
Con el resultado del Eurogrupo, eso sí, no acaba el proceso. Quedan otros pasos por dar. Este martes, el Ecofin recogerá lo ocurrido este lunes, le dará carácter oficial y lo elevará al Consejo Europeo, que resolverá definitivamente el asunto en la reunión de los días 22 y 23 de marzo.
Aunque, por tanto, habrá que esperar todavía un mes para que finalice formalmente el proceso, por el camino aún quedan 'flecos' por resolver, en forma de los pronunciamientos del propio BCE y del Parlamento Europeo.
Con Guindos, España hace historia en el BCE por duplicado. Primero, elevando a un español a la vicepresidencia. Y segundo, colocando de manera directa a un ministro en el banco central
Del primero no se esperan grandes aspavientos por mucho que Guindos no fuera 'su' candidato. Gustaba más el perfil técnico que tenía el candidato irlandés, Philip Lane, que el político del español. La pasarela directa que el español estrenará para pasar del Eurogrupo al BCE no gusta nada en Fráncfort, donde el banco central tiene su cuartel general y donde la defensa de su independencia con respecto a las presiones políticas queda menos clara con este nombramiento, pero todo indica que la entidad presidida por Mario Draghi no querrá 'recibir' mal al que será su número 2. Más que nada, porque la opinión del BCE, por relevante que pueda parecer, no es vinculante. Es decir, no tiene ninguna capacidad de veto.
Del Parlamento, en cambio, sí puede venir un voto contrario a Luis de Guindos, pero no por él mismo, sino por el hecho de que sea un hombre y no una mujer. Ya ocurrió en 2012, cuando el Parlamento vetó el nombramiento de Yves Mersch por este motivo. Seis años después, con sólo una mujer entre los seis componentes del Comité Ejecutivo y con apenas dos mujeres entre las veinticinco personas que integran el Consejo de Gobierno de la entidad, el Parlamento podría denunciar esta situación por mucho que, como ocurre con el BCE, su veto no sea vinculante.
Mientras se solventan estos requisitos, Guindos ya puede ir preparando la mudanza. De Madrid a Fráncfort. De la cartera ministerial a la de banquero central. Se cumple así la garantía que el entonces ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, le dio en 2014. "Schäuble me garantizó que la primera vacante en el BCE sería para España", confesó también en su libro. España vuelve así al Comité Ejecutivo, y lo logra haciendo historia. Por duplicado. Primero, con un español alcanzando la vicepresidencia, algo que nunca antes se había visto. Y segundo, con un ministro saltando directamente al banco central, algo que tampoco antes se había visto.