Grecia: la vida bajo el control de capitales

La vida de los griegos ha cambiado mucho en los últimos once días, desde que el Gobierno de Alexis Tsipras instauró el 'corralito'. El control de capitales impide, entre otras cosas, sacar más de 60 euros al día por persona de los cajeros, pero además está empezando a tener otras consecuencias.

Los griegos están teniendo problemas para pagar con tarjeta en algunos comercios

Entre ellas, la dificultad de hacer algo tan cotidiano como pagar con tarjeta cualquier compra que se haga, sea comida, ropa o un simple café. Estas son los principales problemas, recogidos por The Economist, con los que se están encontrando los griegos por culta del control de capitales:

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1- Pago con tarjeta

Los griegos todavía pueden hacer transferencias dentro del propio país y pueden pagar con sus tarjetas en los comercios que aún las aceptan, una tarea se está complicando cada vez más ya que son muchos los establecimientos que no tienen datáfonos, mientras que otros que sí disponen de las máquinas para pagar con tarjeta han dejado admitirla como medio de pago porque no creen que el dinero de plástico vaya a convertirse en dinero real.

2- Compras en el extranjero

Bajo el control de capitales está prohibido comprar cosas en el extranjero porque eso se interpreta como una "exportación de divisas" que el Gobierno de Tsipras quiere evitar. Los griegos ya no pueden comprar libros en Amazon y tampoco usar sus tarjetas cuando están de vacaciones fuera de su país.

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3- Alimentos y gasolina, lo más consumido

No pueden comprar libros en Amazon ni usar sus tarjetas si se van de vacaciones al extranjero

La mayoría de los griegos no tienen sueldos demasiado altos y cuentan con poco dinero en sus cuentas, por lo que estos días están dando prioridad al consumo básico, en concreto a los alimentos y la gasolina. La gente está 'acaparando' alimentos esenciales de primera necesidad, comida no perecedera y combustible ante una posible escasez en el futuro.

4- Los sueldos, en efectivo

Son muchas las empresas que han optado por pagar el sueldo de sus empleados en efectivo para evitar cualquier tipo de problema, dado el control de capitales instaurado en el país. Además, empresas con grandes flujos de efectivo, como los supermercados, han dejado de depositar en los bancos todas sus ganancias. Según un banquero griego, muchas compañías han optado por meter en el banco sólo el 50% de sus ganancias en efectivo, lo suficiente para pagar a sus empleados, quedándose con la otra mitad.

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