Grecia asusta a la troika: las instituciones temen ir al país por motivos de seguridad

Los representantes de las instituciones acreedoras de Grecia, antes conocidas como troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) han decidido no aterrizar en Atenas aludiendo a "razones de seguridad". Las instituciones son un elemento "muy sensible" en Grecia, por lo que se está buscando un emplzamiento seguro para que desarrollen su trabajo.

Según Efe, el inicio de la labor de vigilancia de las instituciones puede comenzar el lunes, aunque aún no está claro si el FMI participará en esta ocasión. Los inspectores asegurarán que Grecia cumple con los compromisos de reformas y recortes que adquirió a cambio del tercer programa de rescate, por 86.000 millones de euros en tres años.

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EL FONDO DE RESCATE SE SUMA A LA SUPERVISIÓN

El inicio de la labor de vigilancia de las instituciones puede comenzar el lunes, aunque aún no está claro si el FMI participará en esta ocasión

El equipo incluirá a representantes del fondo permanente de rescate, que financiará parte del programa. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ha sido invitado junto con las otras instituciones a asistir a las negociaciones en Atenas con las autoridades griegas, según han indicado a Efe fuentes del MEDE. Este organismo aportará 50.000 millones de euros en el tercer programa de rescate.

La presencia de la "troika" en Atenas está en línea con la declaración del pasado 13 de julio de la cumbre de los líderes de países del euro, señalan las fuentes consultadas por Efe. Las autoridades griegas estuvieron de acuerdo en "normalizar por completo los métodos de trabajo con las instituciones, incluido el trabajo necesario sobre el terreno en Atenas para mejorar el programa de aplicación y supervisión".

La presencia de los "hombres de negro" en Atenas fue una de las batallas del primer ministro heleno, Alexis Tsipras, tras ganar las elecciones en enero pasado. Durante los primeros meses de negociación del programa de rescate, Tsipras logró tratar directamente con representantes de la "troika" al más alto nivel en Bruselas y limitar las reuniones técnicas en Atenas.

Una de las condiciones que impusieron los líderes del euro a Atenas el pasado 13 de julio fue que aceptase de nuevo la presencia de esas instituciones en su territorio, a la que ahora se suman representantes del fondo permanente de rescate.

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