Funcas: el sistema fiscal español tiene "escasa consistencia" y debería reconsiderarse
Para los expertos, la situación fiscal de las autonomías debería cambiar por la estabilidad económica
La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), a través de su último número publicado de 'Papeles de Economía Española', ha recalcado la necesidad de un nuevo enfoque en la ordenanza fiscal europea, hecho que se ha percibido desde antes de la pandemia. Sin embargo, el desafío de volver al Pacto de Estabilidad y Crecimiento no será sencillo por las deficiencias que presentan tanto en el marco europeo como en el español.
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La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, destaca que estas deficiencias se enmarcan desde la falta de una visión de medio plazo y la complejidad e inoperabilidad de algunas reglas, hasta la escasa atención al crecimiento económico y composición de las finanzas públicas. Para Herrero, el sistema fiscal español tiene "escasa consistencia en la asignación de objetivos fiscales entre los diferentes niveles de gobierno". Además, el diseño del marco fiscal "no ha resuelto la complejidad adicional derivada de la descentralización, que requiere de una transparencia, coordinación y corresponsabilidad de todos los niveles de la Administración".
Para la presidenta, se debería llevar a cabo una reforma que se alinee con la que se va a realizar a nivel europeo, "orientada hacia reglas más simples y operativas y con un refuerzo del enfoque de medio plazo".
Por su parte, el economista Santiago Lago, detalla que, mientras en 2010 la deuda de la Comunidades Autónomas suponía el 11,6% del PIB, "en 2022 ha sido del 25%". Por esto mismo, propone la adopción de un esquema similar "al planteado a nivel europeo", en el que la deuda pública servirá como variable ancla y la regla de gasto como instrumento. Otra opción para Lago sería mejorar el sistema actual con objetivos fiscales en términos de estabilidad presupuestaria. El economista también considera que "deberían contemplarse reformas como las de los sistemas de financiación territorial o la progresiva eliminación de los mecanismos extraordinarios de liquidez".
Otros economistas como Raquel Lorenzo, Diego Martínez y Javier J. Pérez, se han enfocado en la evolución de la deuda pública sobre el PIB y como este dato constata lo complicado que será para los principales países de la zona euro realizar procesos de consolidación fiscal exitosos. Según su estudio, específicamente en España sería necesario eliminar el déficit público estructural del 4% para ser capaces de reducir la deuda pública en 20 puntos del PIB en la próxima década, por lo que "cualquier proceso de consolidación fiscal en los próximos años requerirá actuar de manera decisiva por el lado de los ingresos y del gasto público". En este sentido, los registros históricos de Francia, Italia y España no registraban los superávits requeridos.
Por último, Enrique Devesa y Rafael Doménech han abordado el encaje de las finanzas del sistema de pensiones de jubilación, la que es la principal partida de los presupuestos público y preocupa su evolución en los próximos años. Para Devesa y Doménech, se deberán incluir mecanismos que unan la cuantía de las pensiones a la disponibilidad de recursos para garantizar su sostenibilidad. De esta forma se garantizaría la mejora de "la contributividad y equidad intergeneracional del sistema".