España paga en efectivo, no con tarjeta

Al parecer, España es un país que realiza sus pagos fundamentalmente en efectivo. Esa es al menos la opinión de las empresas emisoras de tarjetas de crédito, que aseguran que el 80% del consumo privado se realiza en 'cash' y únicamente el 30% en pagos electrónicos.

Estos porcentajes, comentados por Ovidio Egido, director general de MasterCard en España, asegura también como publica El País, que los en países nórdicos como Dinamarca, Suecia o Finlandia las proporciones son al revés.

La economía sumergida es uno de los motivos por los cuales pagamos más en efectivo

De esta manera, los ciudadanos de estos estados pagarían más mediante las tarjetas y dejarían en un segundo puesto al efectivo.Cabe destacar que en Alemania y Reino Unido, los pagos electrónicos son del 60% y en Francia descienden al 45%, situándose algo más cerca de nuestra situación.

Para el experto, y según ha informado El País, el problema español es cultural y debido también a una economía sumergida que desemboca en el obligado pago en efectivo. Comenta además que, según las cifras del Banco de España, en 2014 se sacaron 111.000 millones de euros de cajeros y se realizaron compras por un total de 105.000 millones, lo que significaría que "muchas personas van al cajero, sacan dinero y luego pagan con efectivo en la tienda”, subraya Egido.

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La polémica de que CaixaBank ha decidido cobrar dos euros por usar sus cajeros también ha sido un tema comentado por este experto. Al parecer y según ha declarado, la empresa MasterCard lo está estudiando pero recuerda que la tarifa debe estar justificada y no se puede cobrar dos veces por el mismo servicio.

Además, según informa el medio, alaba la medida del Gobierno de impedir los pagos en efectivos superiores a 3.000 euros y también le parece correcta la exigencia de tener que obligar a informar del origen de los fondos cuando se hacen entregas bancarias de más de 10.000 euros. “En la Unión Europea se considera alto los 3.000 euros en efectivo y apuestan por rebajarlos a 1.000 euros”, recalca.

Así, se considera que el pago electrónico es una vía de ataque a la economía sumergida y a su vez, un beneficio social al tener que responder con impuestos todas las transacciones económicas. Añade además que da respeto una sociedad que pague electrónicamente, por tener un control totalmente informático.

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