Solo el 15,8% de los jóvenes españoles vive emancipado, el dato más bajo del siglo

La emancipación juvenil en España siguió disminuyendo en 2020, el año de la pandemia, llegando a un nuevo récord negativo: solo el 15,8% de las personas jóvenes de nuestro país vivía de manera independiente. Así lo desvelan los datos de la última edición del Observatorio de Emancipación Juvenil, elaborado por el Consejo de la Juventud de España.

Se trata de las peores cifras de emancipación juvenil desde 1999. Sin embargo, las causas no son solo fruto de la pandemia. Y es que ya son 14 años consecutivos en los que la emancipación juvenil suma datos negativos. En 2007, a las puertas de la Gran Recesión, el 26,1% de las personas jóvenes ya se había independizado. Desde ese año, cada vez son menos los jóvenes que viven emancipados, siendo el de 2020 el peor dato. Eso refleja que la precariedad socioeconómica de la juventud española no tiene fin y sigue hundiéndose, con o sin Covid-19.

Estos malos datos de emancipación juvenil se deben, según el mencionado informe, a la cronificación de la precariedad en la que está sumida la juventud española. La tasa de paro al cierre de 2020 era del 30,2%, el peor dato de Europa en desempleo joven. Y por si esto no fuera poco, la calidad del empleo de las personas jóvenes en España es muy baja: el 52% de los y las jóvenes trabajadoras poseen un contrato temporal, y el 26,1% tiene contratos parciales.

LOS JÓVENES SIN OPCION A COMPRAR UNA VIVIENDA

Las consecuencias de esta precariedad se reflejan en los salarios de las personas jóvenes trabajadoras, que suele estar por debajo del SMI. Una trabajadora joven, en España, cobra 11.643 euros brutos al año de media, 970 euros al mes. Hace 14 años la juventud española pedía dejar de ser mileurista. En 2021, después de dos grandes crisis económicas, el sueldo medio joven no llega a los mil euros, siendo inferior al salario medio de hace una década, a pesar de las recientes subidas del SMI.

La baja calidad del empleo joven y los bajos salarios hacen que los jóvenes tengan que destinar el 91% de su salario al alquiler de una vivienda, en el caso de no desear compartir piso, por lo que en su mayoría se ven obligados a no poder vivir solos. La opción de compra de una vivienda no es tan siquiera opción, ya que las condiciones hacen imposible que los jóvenes puedan optar a ello.

La tasa de pobreza juvenil es del 31,7%, lo que hace que sean el colectivo de edad con mayor riesgo de pobreza y/o exclusión social, por delante de la infancia y a las personas ya jubiladas.

Desde el CJE (Consejo de la Juventud de España) reclaman y exigen a todas las fuerzas políticas "un gran acuerdo por la juventud que sirva para dar respuesta a los problemas de las generaciones más jóvenes y que ponen en cuestión el proyecto país de España". Una reforma laboral que ponga fin a "la temporalidad y dualidad del mercado de trabajo español", añaden.