El ministro de Economía francés advierte: 'Si no se actúa rápido, la zona euro dejará de existir en 10 años'

Emmanuel Macron el ministro de Economía francés, se ha mostrado tajante al ser preguntado por la situación de Grecia. "Si no actuamos rápido, la zona euro dejará de existir en 10 años", ha dicho, y tras ello ha asegurado que "la salida del euro de Grecia no sería solo un fallo económico, sino político".

Todos los países "debemos hacer reformas, por nosotros mismos y por Europa"

"No hacer todo lo posible para que Grecia se mantenga en la zona euro es aceptar un retroceso de Europa", ha remarcado en una entrevista en El País, en la que ha dicho que ahora "Europa vive un momento histórico" y que todos los países "debemos hacer reformas, por nosotros mismos y por Europa".

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En Francia, "desde luego" que las reformas son necesarias, sobre todo porque "sin una Francia fuerte, no habrá una política europea constructiva de altura. Es el momento de la verdad porque la zona euro revela las ambigüedades que se aceptaron hace diez años", ha alertado Macron.

El titular de Economía galo ha resaltado que en Europa "hemos compartido una moneda mientras se ampliaban las divergencias económicas", y ahora "la crisis griega es el síntoma de un problema mucho más profundo". En su opinión, se trata del "síntoma de que la zona euro no tiene medios para llegar hasta el final" porque "no ha creado los mecanismos de solidaridad que debe acompañar a una zona monetaria".

"Es un proyecto político que se ha quedado solo en una zona de cambio. Hemos puesto en gran riesgo a la zona euro. La salida del euro de Grecia no sería solo un fallo económico, sino político", por lo que advierte que "no hacer todo lo posible para que Grecia se mantenga en la zona euro es aceptar un retroceso de Europa".

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DISCURSO DE SOLIDARIDAD Y RESPONSABILIDAD

Asimismo, al ser preguntado si cree que Syriza ha gestionado bien el problema griego, Macron ha contestado con sinceridad y ha asegurado que en Francia hay una visión "romántica" sobre esa cuestión. "El discurso de la solidaridad debe estar acompañado del de la responsabilidad. Tenemos que abordar las raíces, el origen del problema de la zona euro", ha pedido el ministro de Economía galo.

"Hemos compartido una moneda mientras se ampliaban las divergencias económicas"

Es por ello que él hizo "propuestas con el ministro alemán Sigmar Gabriel", una serie de "pistas" que ayuden a tener "una agenda de convergencia económica, fiscal, de mercado laboral, un modelo social y políticas de solidaridad", entre otras cosas.

"Yo propongo una Europa de doble proyecto más que de dos velocidades. Y añado que el statu quo de la zona euro no es posible. No moverse es aceptar que la zona euro deje de existir en diez años", ha resaltado. "El debate hay que hacerlo democráticamente", y "si no actuamos rápido, la zona euro se disolverá". "O vamos más lejos o todo se va a desmontar. El statu quo y la ambigüedad nos conducen a la demolición de la zona euro", ha sentenciado.

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SOLUCIÓN PARA GRECIA

Por último, ha destacado que la solución para Grecia pasa por "un compromiso" y por "reformas ambiciosas por parte de Grecia, pero que no destruya la economía del país, que ya ha sufrido mucho a costa de la austeridad".

La solución para Grecia pasa por "un compromiso" y por "reformas ambiciosas por parte de Grecia"

Emmanuel Macron remarca que el país heleno "tiene que profundizar en sus reformas estructurales" pero recuerda que "más competitividad no significa más austeridad". Asimismo, cree que "hará falta aligerar la carga de la deuda para no ahogar la economía griega" y que se produzcan "importantes inversiones, porque serán esenciales para sostener el crecimiento".

Tal y como ha dicho, "el desafío hoy consiste en ayudar a Grecia sin generar la sensación en otros países que han hecho esfuerzos, como España o Portugal, que todo resulta más fácil cuando echas un pulso". "Eso es muy importante para mí, y por eso he tenido un discurso duro con Syriza, que no siempre ha sido plenamente cooperativo", ha indicado Macron, que dice que Alexis Tsipras "cometió un error de fondo".

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