El bitcoin se recupera después del 'hackeo' de la plataforma de comercio con criptodivisas Coincheck

Las criptodivisas ceden algo de terreno este lunes, después de la recuperación que han protagonizado el fin de semana, cuando el bitcoin ha reconquistado los 12.000 dólares y el acumulado de los casi 1.500 tokens y monedas existentes ha rozado los 600.000 millones de dólares. Sin embargo, retroceden moderadamente hasta los 560.000 millones de dólares y la reina de los criptoactivos cede un 5% hasta los 11.200 - 11.500 dólares.

El rebote desde los mínimos del viernes, cuando la moneda digital más negociada del mundo se desplomó hasta los 10.000 dólares, ha alcanzado un hito este fin de semana, con la remontada de casi 100.000 millones de la capitalizaci total. Una cifra alejada del poco más de medio billón de ‘billetes verdes’ donde se frenó el declive disparado por el ‘hackeo’ de 540 millones de dólares de la plataforma de intercambio de criptodivisas nipona, Coincheck.

La alarma saltó tras el anuncio del segundo mayor broker de criptoactivos japonés de la suspensión total de las retiradas de fondos de sus clientes, así como la posibilidad de realizar depósitos y comprar o vender monedas virtuales. Las sospechas de un ataque cibernético se han confirmado: 523 millones de XEM (535 millones de dólares), la moneda de la plataforma NEM, fueron reintegrados de forma fraudulenta.

En un mercado en el que la volatilidad se sirve en raciones XXL, esta noticia, que es el mayor robo cibernético de monedas online de la historia (supera al de Mt.Gox de 2014) disparó un declive en las principales divisas virtuales que fue especialmente agudo en el NEM, que llegó a caer un 20%. Aún mantiene caídas de un 10% este lunes.

Coincheck, uno de los mayores comercios de criptoactivos de Asia anunció este domingo que repondría las pérdidas a aproximadamente 260,000 usuarios afectados por un 'hackeo'

260.000 USUARIOS AFECTADOS

Coincheck, uno de los mayores comercios de criptoactivos de Asia anunció este domingo que repondría las pérdidas a aproximadamente 260,000 usuarios afectados, y agregó que pide disculpas por la "inmensa angustia" causada a los clientes después del ataque. Alrededor de 460.000 millones de yenes (425 millones de dólares) se reintegrarán en total, aunque Coincheck señaló que el método y el período de los pagos aún no se habían decidido.

Recoge la ‘CNBC’ que Coincheck explicó también que mantenía las monedas NEM en una billetera "caliente", en referencia a un método de almacenamiento que está vinculado a Internet, un método que "no es el estándar de la industria", según Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research.

El experto ha señalado al medio que ”mantener el 100% de los activos criptográficos online es una mala idea para una institución, o simplemente, para una persona que también haya invertido una gran cantidad”.

FALLOS DE SEGURIDAD

"Creo que el ataque resalta el hecho de que la industria todavía tiene un largo camino por recorrer en términos de cuestiones básicas de seguridad", ha puntualizado Colas, que ha advertido que “este ciertamente no es el primero, ni será el último, ataque de este tipo a las criptomonedas y el mercado ha reaccionado bastante bien en términos de precios”.

Los expertos coinciden en que este tipo de acontecimientos ponen de manifiesto que el fallo de una o varias de las plataformas de intercambio, por ataques de hackers o por una retirada masiva de capitales es uno de los riesgos que sufren las ‘criptos’. Frente a esta amenaza, avisan que la seguridad es el gran reto pendiente de las criptodivisas porque expone la debilidad del sistema, “ya que no está claro que la infraestructura esté preparada para aguantar un bombardeo constante de ataques cibernéticos, precisa Alberto Muñoz Cabanes, profesor de la UNED.

Al igual que en 2014 ocurrió con la quiebra del Mt. Gox, el colapso de uno o más intermediarios ante una situación de pánico de este estilo, provocaría una oleada de desconfianza y podría repetirse la historia de hace casi cuatro años. La burbuja habría estallado y el precio podría desplomarse sin freno.