El acercamiento entre las dos coreas no convence a la administración Trump

Las dos coreas han dado un pequeño paso diplomático. En la la primera ronda de conversaciones entre los dos países desde hace dos años, ambos han acordado que Corea del Norte participe en los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur el mes próximo. Un gesto simbólico a través del deporte pero que supone un avance en la relación entre estos países vecinos que técnicamente siguen en guerra.

La participación del equipo norcoreano en los Juegos Olímpicos de Invierno que tendrán lugar en febrero en el condado surcoreano de PyeongChang podría rebajar la tensión regional después de un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y el tono beligerante con el que ha respondido al régimen el presidente de EE.UU., Donald Trump.

Asimismo, la agencia de noticias surcoreana Yonhap ha asegurado que Corea del Sur también ha propuesto celebrar una reunión con la Cruz Roja para intentar el encuentro de las familias separadas por la Guerra en la festividad del Año Nuevo Lunar, que será en febrero.

Este encuentro se ha producido entre el ministro de Unificación surcoreano Cho Myoung-gyon y Ri Son-gwon, que en cabeza el Comité norcoreano para la Reunificación Pacífica de Corea. Además, en esta reunión celebrado en la aldea de Panmunjom, en la zona desmilitarizada separa las dos Coreas, ha contado con cinco representantes de cada país. La reunión tiene lugar después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, propusiera una reconciliación inusual a Seúl en su mensaje a sus ciudadanos en Año Nuevo.

Pero desde Estados Unidos no se fían de este cambio de tono de Kim Jong-un. El secretario del Departamento de Defensa de EE.UU., James Mattis, y su homólogo japonés, Itsunori Onodera, insistieron este mismo lunes en la importancia de incrementar la presión sobre Pyongyang para frenar su programa nuclear y acabar con sus "acciones provocativas y amenazantes".

Mattis y Onodera "condenaron el comportamiento temerario e ilegal de Corea del Norte" y coincidieron en la importancia de incrementar la presión sobre Pyongyang para acabar con sus "acciones provocativas y amenazantes", informó en un comunicado el Departamento de Defensa de Estados Unidos.