Economía.-Los bancos centrales de Alemania y Francia apuestan por reactivar el eje franco-alemán ante los retos de la UE
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El Bundesbank y el Banco de Francia han expresado la necesidad de reforzar el diálogo franco-alemán ante las amenazas que se ciernen sobre Europa, que pueden verse acentuadas por el resultado de las elecciones en Estados Unidos, con el fin de adoptar una posición común firme para trabajar más estrechamente con los vecinos europeos y hacer de Europa un actor importante en la escena internacional.
"El diálogo franco-alemán se ha debilitado hoy en día, debido principalmente a la inestabilidad política a ambas orillas del Rin. Sin embargo, este diálogo es ahora más necesario que nunca, dadas las crecientes amenazas que se ciernen sobre Europa", afirman en una declaración conjunta el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, y el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau.
En este sentido señalan que, además de los proyectos a largo plazo relacionados con el clima, el envejecimiento demográfico y la digitalización, Europa debe afrontar también crisis y tensiones geopolíticas cuando el resultado de las elecciones estadounidenses "podría reforzar estas tensiones y debería ser una llamada de atención".
En este contexto, defienden que Francia y Alemania "deben adoptar una posición común firme", ya que "dividirnos sería condenarnos a nosotros mismos y a Europa".
De tal modo, si bien no siempre han llegado a un acuerdo total sobre las decisiones monetarias a tomar, el Bundesbank y el Banco de Francia afirman que "la victoria contra la inflación está a la vista" y destacan el apoyo firme de ambas instituciones al euro digital, que sería un proyecto verdaderamente europeo, al tiempo que acogen con satisfacción la revisión de las normas fiscales europeas, ya que la eurozona necesita unas finanzas públicas estables y sostenibles para poder hacer frente a sus desafíos.
En el plano económico, los banqueros centrales de Alemania y Francia consideran que los dos países y Europa tienen que optar entre seguir con el bajo crecimiento, la baja productividad y la baja innovación de los últimos 30 años o movilizar sus fuerzas para hacer realidad una hoja de ruta ambiciosa, incluso disruptiva.
"Es evidente que la política económica estadounidense aumentará los desafíos", añaden, al advertir de que el proteccionismo es perjudicial para la estabilidad de precios y el crecimiento, mientras que una política fiscal demasiado laxa podría aumentar los tipos de interés a largo plazo.
"Pero nuestro destino también está en nuestras manos: no podemos cambiar el otro lado del Atlántico, pero podemos y debemos cambiar el nuestro", aseguran para expresar su apoyo a la utilización del presupuesto europeo para abordar los desafíos conjuntos que deben abordarse, aunque sostienen que una mayor deuda europea común no es un requisito previo para avanzar en esta etapa.
De tal manera, concluyen que el camino a seguir, con un mayor sentido de urgencia, consistiría en profundizar el mercado único, crear una Unión de Ahorro e Inversión y reducir la burocracia para aumentar la innovación.