Economía.- Subir el SMI en 50 euros implicará un coste salarial para la empresa de más de 80 euros al mes, avisa Cepyme
Denuncia que aumentar de nuevo el SMI causará efectos "perjudiciales" sobre la competitividad y el empleo
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Subir el salario mínimo interprofesional (SMI) en 50 euros al mes, como propondrá este miércoles el Ministerio de Trabajo a los agentes sociales, implicará un coste salarial para las empresas superior a los 80 euros mensuales, según cálculos de Cepyme, que advierte de que este incremento supondrá una nueva carga para las empresas, especialmente para las pequeñas y medianas, cuyos costes laborales acumulan un alza del 18,1% desde 2019.
De acuerdo con las estimaciones de Cepyme, el aumento del SMI en 50 euros mensuales para 2025, hasta situarlo en 1.184 euros al mes por catorce pagas, llevará el coste salarial para las empresas, incluyendo las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, a una horquilla de entre 1.816 y 1.903 euros mensuales, según sea el tipo de cotización por accidentes de trabajo.
"Ello arroja una diferencia de entre 78 euros y 81 euros, que suponen un 56% y un 62% más, respectivamente, sobre los 50 euros mensuales propuestos por el Gobierno", avisa Cepyme, que añade que si el coste anual se prorratea entre once meses de trabajo, descontando el mes de vacaciones, el coste salarial efectivo por mes de trabajo se situaría en un rango de entre 1.981 y 2.076 euros.
La organización empresarial recuerda que el SMI se ha incrementado un 73,1% entre 2016 y 2024 y, con la subida que tiene previsto plantear el Gobierno para 2025, el incremento acumulado de esta renta mínima desde 2016 será del 80,7%.
"Este incremento de los costes supone una onerosa carga para las empresas, que afecta especialmente a las pequeñas y medianas, cuyos costes laborales acumulan un alza del 18,1% desde 2019", denuncia Cepyme.
La patronal de las pequeñas y medianas empresas recuerda además que el Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 27, establece que la subida del salario mínimo debe tener en cuenta la situación económica general, la evolución del IPC, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional y la productividad de la economía.
"Sin embargo, desde finales de 2018, el salario mínimo ha crecido casi tres veces más que el IPC (54,1% y 19,4%, respectivamente) mientras cae la productividad de la pyme y se sitúa en niveles de 2015", argumenta.
SUBIDA "ESPECIALMENTE DAÑINA" PARA EL SECTOR AGROPECUARIO
Cepyme señala además que la subida acumulada del SMI tiene un impacto desigual por sectores, "lo que no avala un nuevo incremento con efectos perjudiciales sobre la competitividad y el empleo en las empresas".
Es más, considera que este nuevo aumento será "especialmente dañino" para el ramo agropecuario, que se encuentra en niveles de empleo mínimos en los últimos 20 años.