Economía.- El coste anual de energía supone más de un mes de salario para trabajadores con bajos ingresos, según CC.OO.
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Los trabajadores que ganan el salario mínimo tienen que reservar anualmente el equivalente a un mes de salario o más para iluminación y calefacción del hogar, y en España se necesitan 38 días de trabajo para pagar la factura energética anual, según los datos trasladados por el sindicato Comisiones Obreras.
En julio de este año, los precios del gas y la electricidad subieron un 38% en toda Europa en comparación con hace un año y los precios siguen subiendo. Según un estudio del Instituto Sindical Europeo (ETUI), el centro de investigación independiente de la Confederación Europea de Sindicatos, en la mayoría de los Estados miembros de la UE la factura energética anual media es ahora superior al salario de un mes para los trabajadores peor pagados.
Esto implica que, en 16 Estados miembros, los trabajadores que ganan el salario mínimo tienen que reservar el equivalente a un mes de salario o más para la iluminación y calefacción del hogar.
El número de días que debe trabajar una persona que gana el salario mínimo para pagar su factura energética ha aumentado considerablemente en algunos países: Estonia (+26), Países Bajos (+20), Chequia (+17), Letonia (+16).
"La crisis que enfrentan los trabajadores empeora debido a los nuevos aumentos en los precios de la energía y otras necesidades esenciales, como los alimentos, que se han producido mientras tanto", ha denunciado el sindicato.
AUMENTOS DE SALARIOS Y TOPE A LAS FACTURAS DE ENERGÍA
Por todo ello, la CES pide a los líderes europeos que actúen con decisión para poner fin a los aumentos insostenibles de los precios de la energía, en particular mediante aumentos salariales para cubrir los incrementos de la inflación y garantizar que los trabajadores reciban su parte justa de las ganancias de productividad.
Además, han planteado fijar un tope en la cuantía de las facturas de energía y un impuesto sobre las ganancias excesivas de las empresas de energía, tal y como ya se ha hecho en España. También han reclamado una ayuda de emergencia dirigida a personas que luchan por pagar sus facturas de energía y prohibición de desconexiones.
Por último han propuesto impulsar inversiones para abordar las causas fundamentales de la crisis, como la inversión insuficiente en energía verde y las consecuencias de las privatizaciones.